jeudi 24 décembre 2009

LIRIO GANA PREMIO LITERARIO INTERNACIONALBOLETÍN DE PRENSA DEL XII PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA “NICOLÁS GUILLÉN” 2009

BOLETÍN DE PRENSA DEL XII PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA “NICOLÁS GUILLÉN” 2009

Con Memorias de la ropa y otros desechos para lavar en casa, Lirio Garduño-Buono obtuvo el XII Premio Internacional de Poesía “Nicolás Guillén” compitiendo con 499 libros procedentes del Caribe hispano (Venezuela, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala, Honduras, México, Cuba, Puerto Rico y República Dominicana), así como de Estados Unidos, Europa y Asia, donde residen autores caribeños.
El jurado de este concurso -que convocan la Universidad de Quintana Roo, el escritor mexicano Jorge González Durán, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, y la revista mexicana Río Hondo- encontró en el libro de Lirio: “novedad e integridad temáticas, reflexión, excelente manejo de la imagen, cadencia y tono; elementos que, en su conjunto, demuestran una indudable calidad del discurso y de su tratamiento”.
El jurado, compuesto por los escritores mexicanos Armando Alanís Pulido, Juan José Macías y Jorge Souza Jauffred, otorgó menciones a los poemarios Llama de frente, del mexicano Fernando Carrera; y Cabaret barroco, del guatemalteco Wingston González. Estos autores recibirán diplomas y algunos de sus poemas serán publicados en la revista Río Hondo en las primeras ediciones del próximo año 2010.
Lirio Garduño-Buono nació en la ciudad de México en 1960 y actualmente reside en Guanajuato. Es artista visual y autora de los poemarios Un viaje y El duende de las cosas repetidas, así como del libro para niños Historias naturales. En 2001 fundó la sala de lectura “Perro azul” para los niños de la comunidad mexicana de San Isidro. Imparte talleres de promoción de la lectura a jóvenes y adolescentes reclusos.
Agustín Labrada, organizador del certamen, dijo que antes de que concluya el año Lirio Garduño-Buono recibirá 18 mil pesos mexicanos y, en el primer semestre de 2010, la Universidad de Quintana Roo publicará el poemario ganador, y agregó que con la llegada de 500 libros, el Premio Internacional de Poesía Nicolás Guillén alcanza el mayor récord en su historia y a su vez genera más expectativas en el ámbito literario.

lundi 14 décembre 2009

EL MUZ ABRE SUS PUERTAS VIRTUALES

(la ilustración es una obra colectiva del taller de André Avril en el preescolar de Presles, Sud Epinay, Francia, cuya maestra es Mme Chantal Lorrain/illustration oeuvre collective de la maternelle de Presles, Sud Epinay, coordonnée par André Avril et Mme Chantal Lorrain)

por Lirio GB
(VERSION FRANCAISE EN BAS)
¿Por qué cuando somos niños todos dibujamos? ¿Por qué al crecer dejamos de hacerlo? A todos
nos parece natural que los niños dibujen. A todos nos parece extraordinario que algún adulto lo haga. Como si saber dibujar fuera una simple competencia técnica, algo que se adquiere en el momento en que el parecido con la realidad, las sombras, las luces los matices y volúmenes nos son exigidos… ¿Pero, después de todo, quién dijo que el arte tiene que reducirse a criterios académicos?
El arte ciertamente exige un mínimo de herramientas técnicas, pero cuando un niño dibuja, fotografía, realiza una escultura, nos parece natural esa libertad en la expresión, que a un adulto no le acordaríamos. Y menos mal, ya que los niños no tienen muchos privilegios. Muchos adultos (sobre todo en el contexto escolar) todavía exigen de los niños obras académicas y realistas. Alguna vez impartí un curso de arte a maestras de primaria. Entre otras cosas, tenían que dibujar. Una de ellas me dijo: “Si hubiera sabido lo difícil que es dibujar, no habría exigido tanto de mis alumnos!” La libertad de imaginación, la libertad de creación debería ser parte de los derechos de los niños.

Comparto con Claude Ponti la fascinación por la imagen y el interés por la niñez. En el verano del 2006, tuve el placer de visitarlo en su departamento del Marais en París. Ya en esa primera visita ya me habló de su proyecto de un sitio Internet exclusivamente dedicado a las obras de arte producidas por niños.
Y es ahora que este extraordinario museo virtual ve la luz: http://www.lemuz.org/
Se trata de un espacio donde se exponen obras de niños de todo el mundo: dibujo, pintura, fotografía, video… Cualquier persona de cualquier lugar que desee mandar una obra al museo, puede hacerlo. Un jurado (en el cual no hay psicólogos, aclara Ponti) decidirá su integración a la colección. Así, El MUZ tendrá una colección permanente y también exposiciones temporales, sobre temas determinados. El aspecto gráfico del sitio no me encanta (algo frío y curiosamente con demasiados signos) . Pero el contenido sí. Las obras son realmente buenas, variadas, muchas de ellas asombrosas.
El MUZ cuenta con padrinos de lo más interesante, gente que viene de horizontes diversos, todos relacionados con los libros, la imagen, y claro, la niñez. Algunos de ellos: Jacques Tardi, Art Spiegelman (autores de cómics), Tomi Ungerer (dibujante y autor), Michèle Petit (antropóloga, especialista en procesos lectores), Marie Bonnafé (psicoanalista, especialista en la primera infancia y la lectura)…
El sitio será financiado por diferentes fuentes, privadas y públicas, como la Région Ile de France, los editores Gallimard y L’École des Loisirs y la empresa Clairefontaine, entre otros.
Claude Ponti declaró al Monde des Livres que “...las obras de los niños en general terminan en algún sótano, lo cual es relativamente natural, ya que los adultos tienden a olvidar su infancia, de la misma manera en que tienden a ignorar la vejez”. Es quizá de allí que se deriva la gran incomprensión de los adultos acerca de los niños y los adolescentes. ¿Será tan difícil ponernos en los zapatos del otro, sobre todo si ese otro es una parte importante de nosotros mismos a través del propio pasado (el niño, el adolescente) o de nuestro irremediable devenir (el anciano)?
Visitar el MUZ puede servirnos para varias cosas:
-Deleitar nuestros ojos con esos colores, esas formas, esas ideas originales y llenas de vitalidad
-Recordar nuestra propia experiencia artística de la niñez y aprender de ellos esta verdad esencial surgida de la expresión sin trabas.
-Darle la importancia que merece y difundir esa producción.

En todo caso, invito a mis lectores a dar un paseo por ese novedoso sitio. No quedarán
defraudados. ¡Un gran aplauso a Claude Ponti!

LE MUZ OUVRE SES PORTES VIRTUELLES
Pourquoi dessine-t-on, quand on est enfant? Pourquoi, quand on grandit, cesse-t-on de le faire? On trouve naturel que les enfants dessinent ; on trouve extraordinaire qu’un adulte le fasse. Comme si savoir dessiner était une simple compétence technique que l’on acquiert après, au moment oú la ressemblance, les ombres, lumières, nuances, et volumes paraissent nécessaires...
Mais après tout, qui a dit que l’art doit se reduire aux critères académiques ?
L’art exige certainement un minimum d’outils techniques mais quand un enfant dessine, photographie, sculpte, on trouve sa liberté d’expression naturelle, comme si elle allait de soi, chose que l’on accepterait moins, venant d’un adulte. Privilège des enfants, un des rares que l’on leur accorde. Et l’on voit des adultes exigeant encore des enfants des oeuvres conformes aux critères académiques et réalistes ! Il y a quelque temps, j’ai donné un cours d’art à des institutrices d’école primaire. Entre autres choses, elles devaient dessiner. L’une d’entre elles m’a dit : « Si j’avais su que c’était si difficile, je n’aurais pas exigé autant de mes élèves ! » La liberté d’imaginer, de créér devrait faire partie des droits des enfants.
Je partage avec Claude Ponti la fascination pour l’image et l’intérêt pour l’enfance. Au cours de l’été 2006 j’ai eu le plaisir de lui rendre visite dans son appartement du Marais. Déjà, lors de cette première visite il m’avait parlé de son projet d’un site internet exclusivement consacré aux oeuvres artistiques produites par des enfants.
C’est maintenant que cette extraordinaire musée virtuel voit le jour : http://www.lemuz.org
Il s’agit d’un espace où sont exposées des oeuvres d’enfants de tous les coins du monde, dans les techniques les plus variées : dessin, peinture, photo, vidéo, sculpture... N’importe qui, de n’importe quel endroit peut envoyer une oeuvre au musée. Un jury, (qui ne compte surtout pas de psychologues! affirme Ponti) décidera de son intégration aux collections. Ainsi, le Muz aura une collection permanente et aussi des expos temporaires thématiques. L’aspect graphique du site ne me fascine pas (un peu froid, trop géométrique, trop de signes) mais le contenu, oui. Les oeuvres sont vraiment belles, variées et pour beaucoup d’entre elles, étonnantes.
Le Muz a de bons parrains, des gens vraiment bien, d’origines diverses, toutes en rapport avec les livres, l’image et bien sûr, l’enfance, comme Jacques Tardi et Art Spiegelman, Tomi Ungerer, Michèle Petit, Marie Bonnafé... Il sera financé par différentes sources, publiques et privées : La Région Ile de France, L’École des Loisirs, Clairefontaine, Gallimard...
Claude Ponti a déclaré au Monde des Livres que « ... les oeuvres des enfants, terminent en général à la cave, ce qui est relativement naturel, les adultes ayant tendance à oublier l’enfance, de la même façon qu’ils ignorent la vieillesse... » C’est peut-être de là que vient la grande incompréhension des adultes envers les enfants et les adolescents. Est-ce que c’est si difficile de s’imaginer dans la peau de l’autre ? Surtout si cet autre est partie intégrale de nous-mêmes par notre passé (l’enfant, l’adolescent), et par notre inévitable devenir (le vieillard).
Visiter le MUZ peut nous être profitable à nous, adultes, pour plusieurs raisons:
-Jouir des couleurs, des formes, des idées originales et pleines de vitalité qui habitent l’art fait par les enfants.
-Nous rappeler l’expérience artistique de notre propre enfance, ce qui devrait nous conduire à apprendre des enfants cette vérité essentielle surgie de leur expression.
-Accorder de l’importance à cette expression et la diffuser.
En tout cas, je peux affirmer, cher lecteur, que tu ne seras pas déçu après une balade dans le MUZ ! Un grand bravo à Claude Ponti !

MIS ARTICULOS Y AUTORES PREFERIDOS VIAJAN A ARMENIA

LGB (gracias a Jean-Pierre Buono por la revisión de la versión francesa)
(VERSION FRANCAISE EN BAS)

Hace algún tiempo, mi amiga Geneviève Patte organizó en Armenia y en Artsakh el segundo seminario de su asociación para la promoción de la lectura La Joie de Lire.
Martha Barseguian, una de las animadoras, difundió mis artículos (aparecidos en aquel momento en el sitio web de Taschen) una vez traducidos a su idioma. Incluyo aquí esta carta (y la observación de una sesión de lectura), porque me conmueve y asombra ver cómo, a pesar de la enorme distancia geográfica y cultural, nuestras experiencias (¡y gustos!) se parecen:

“Querida Lirio:
“Primeramente, le ruego me disculpe por no escribir tan seguido. ¿Sabe Usted? He de realizar algo primero, para tener sobre qué hablar, sobre qué escribir.
“Geneviève Patte y Malika Ben Mesbah estuvieron aquí… estuvimos muy satisfechas y llenas de alegría en el seminario. A lo largo de toda una semana fuimos a leer a las escuelas maternales de nuestra ciudad y después comentamos nuestras experiencias. También estuvieron presentes algunas animadoras de la Joie de Lire de otras regiones de Armenia. Fuimos veinte personas las que tuvimos la suerte de aprovechar estos intercambios de experiencia y de nuevos conocimientos. Geneviève nos acaba de regalar nuevos libros, más o menos cincuenta. Y lo más interesante es que por fin pudimos tener los libros de Claude Ponti (de quien hablo en mis artículos). Por fin, sí, porque yo sabía que estaban en este acervo…me interesaban particularmente porque en ese momento yo estaba leyendo la traducción armenia de los artículos que Usted escribió. Me fascinaron… El momento en que Usted describe los sentimientos de los niños hacia los pollitos…o el juego de palabras que su hija propuso cuando lo estaba traduciendo al español...
“Leí el artículo (durante el seminario) y de inmediato las animadoras hicieron miles de preguntas. Malika presentó los libros en detalle y después las chicas me preguntaron cómo entré en contacto con Usted. Dije la verdad, que leí sus artículos y que ellas podían hacer lo mismo, es decir, escribirle…
“Estos artículos los fotocopié en quince ejemplares para varios clubes de lectura; el segundo día, una de las animadoras me propuso hacer otras diez copias para las personas que leen en las escuelas maternales o en las guarderías de nuestra ciudad. Fue realmente lindo. Acompañé estos artículos con algunos registros de animadoras de Armenia y de Karabakh (son mis dos países; otra vez le hablaré de ellos). Esto motivó a todas a tomar pluma y papel y a anotar sus observaciones después de cada sesión. Le envío un registro escrito por mi hermana Fauna, esperando que le guste. Fauna habla alemán. Con mi Amistad, Martha.”

OBSERVACIÓN DE LECTURA
“Me llamo Fauna Barseguian. Soy presidenta del club en lengua alemana. Soy voluntaria en La Joie de Lire desde el primer día del proyecto en Karabakh, junto con mi hermana Martha. Siento mucho no hablar francés, pero estoy contenta de que mi hermana me sirva de intérprete. Así no tengo problemas para expresar mis impresiones después de cada lectura.
“Quiero hablar de un caso que me impresionó. Una niñita de 6 años, Mariam, se interesa mucho en los libros. Nunca se cansa de leer. A cada sesión escoge de 5 a 7 libros (como mínimo) y cada libro se lo leemos por lo menos 3 veces. ¡Podrán imaginar lo que es leer 5 libros 3 veces cada uno durante 90 minutos! Pero un día nos sorprendió, escogiendo solamente Perro Azul. Pensamos que tenía prisa o que estaba enferma. Se acercó a mí y comencé a leer. Se lo leí 3 veces. Me agradeció y empezó a hojearlo. Me di cuenta de que no quería dejar ese libro y le propuse leérselo de nuevo. Sus ojos brillaron de alegría… Luego la perdí de vista en la sala de lectura y la volví a ver acompañada de 3 niños. Escuché cómo presentó brevemente el contenido del libro.
Evidentemente lo leí entonces para sus amigos y lo que más me gustó es que ella los regañaba cuando no estaban atentos. Terminé la lectura. Me miró un instante (sus amigos ya se habían ido) y me dijo que Karen, otro amiguito, no había escuchado la historia y que lo iba a buscar. Le propuse de leer el libro en presencia de Karen, lo cual la puso muy contenta… Ese día tuvo su dosis habitual de lectura, pero con un solo libro, Perro Azul. Cuando le preguntamos que por qué había escogido sólo ese libro, respondió que porque estaba decidiendo si quería tener un perro o no.
“A propósito, su manera de escoger a la persona que le lea me gusta bastante. Simpatiza con todas las animadoras pero escoge de preferencia aquella que se maquilló mejor. Un día, decidimos ir sin maquillaje para ver a quién escogía. Ese día, se acercó a mí y me preguntó si tenía algún problema y cómo podía ayudarme con sus consejos para resolverlo. Realmente me encantó esta niña.
“Eso es todo por hoy. Gracias por haber leído mi carta hasta el final.”

MES ARTICLES ET AUTEURS PRÉFÉRÉS VOYAGENT EN ARMÉNIE
Il y a quelque temps, mon amie Geneviève Patte a organisé en Arménie et en Artsakh un séminaire de son association La Joie de lire. Martha Barseguian, une des animatrices, m’a écrit pour me raconter comment elle avait traduit et diffusé mes articles sur la lecture (qui étaient parus à l’époque dans le site web de Taschen). Je les inclus ici parce que je suis touchée de voir comment, malgré l’énorme distance géographique et culturelle, nos expériences (et nos goûts !) se ressemblent:

« Chère Lirio :
« D’abord je vous prie de m’excuser de vous écrire pas si souvent. Vous savez, je veux faire quelque chose d’abord, pour avoir de quoi parler, de quoi écrire.
« Geneviève Patte et Malika Ben Mes Bah ont été dans notre pays... nous étions satisfaites, pleines de joie (à cause) de ce séminaire. Au long d’une semaine, nous avons fait la lecture aux écoles maternelles de votre ville, et après nous l’avons discuté. Il y avait aussi des animatrices de la Joie de Lire d’autres régions de l’Arménie. Il y a vait vingt personnes qui ont eu la chance de profiter de cet échange d’expériences et de nouvelles connaissances.
« Geneviève vient de nous offrir de nouveaux livres, à peu près une cinquantaine. Et ce qui est plus intéressant, enfin nous avons des livres de (Claude) Ponti (dont il était question dans un de mes articles) . J’ai été tellement fasciné que j’ai immédiatement écrit (à Geneviève) tout ce que j’ai ressenti... ce cadeau en forme des livres est tombé au moment où je lisais la traduction arménienne de vos articles. Le moment où vous décrivez les sentiments des enfants envers les poussins, ou le jeu de mots pour la traduction (en espagnol) que votre fille a proposé...
« J’ai lu (publiquement) tout cela et les animatrices attaquent avec leurs questions... elles me demandent comment est-ce que j’ai pu vous contacter. Je dis la vérité, j’ai lu vos articles et à la fin, le mail. Bien sûr elles ne me croyaient pas. Mais je leur ai dit qu’elles peuvent aussi faire la même chose...
« Pour vos articles, c’était super. Premièrement j’ai fait 15 copies pour d’autres clubs. Le deuxième jour, les animatrices m’ont proposé d’en faire encore dix pour les donner aux animatrices dans les maternelles et les crèches de notre ville. Avec vos articles, j’ai mis les observations des animatrices de l’Arménie et de Karabakh (ce sont mes deux pays, c’est un autre thème... je peux vous en parler une autre fois)...
« Je vous envoie, ci-jointe, l’observation de ma soeur, Fauna, qui est aussi une de nos animatrices, espèrant que vous allez l’aimer. Elle est germanophone.
Amitiés, Martha »

OBSERVATION D’UNE SÉANCE DE LECTURE
« Je m’appelle Fauna Barseguian. Je suis présidente du club germanophone. Je suis bénévole à La Joie de lire dès le premier jour du projet au Karabakh, avec ma soeur Martha. Je suis désolée de ne pas parler francais, mais je suis heureuse d’avoir ma soeur comme interprète. Ainsi, je n’ai pas de problème pour exprimer les impressions que j’ai après chaque lecture :
« Je voudrais parler d’un cas bien impressionnant pour moi. Une petite fille, Mariam, de 6 ans est bien intéressée aux livres. Elle ne se fatigue jamais de la lecture. Chaque fois, elle choisit 5 ou 7 livres et pendant toute la séance nous les lisons au moins 3 fois pour elle. Vous pouvez imaginer, lire 5 livres 3 fois pendant 90 minutes !
Mais un jour, nous étions bien surprises quand elle a choisi seulement Chien Bleu. Nous pensions qu’elle était pressée ou bien malade. Elle s’est approchée de moi et j’ai commencé la lecture. Je l’ai lu 3 fois. Elle m’a remerciée et commencé à feuilleter le livre. J’ai remarqué qu’elle ne voulait pas laisser ce livre et j’ai proposé de le relire. Ses yeux brillaient de joie... Un instant, je ne l’ai pas vu dans la salle de lecture et voilà qu’elle est revenue avec 3 enfants. J’ai entendu comment elle a présenté en bref le contenu du livre. Evidemment, je l’ai lu pour ses amis aussi, en sa présence... ce que j’ai aimé le plus, c’est qu’elle faisait des remarques à ses amis qui n’étaient pas attentifs. J’ai terminé la lecture. Elle m’a regardé un instant (à ce moment, ses amis nous avaient déjà quittées) et a dit que Karen, un autre copain, n’avait pas entendu l’histoire et qu’elle allait le chercher... Et ce jour-là, elle a eu sa quantité habituelle de lecture, mais seulement avec Chien Bleu. À la question de pourquoi elle a choisi seulement ce livre-là, elle a répondu qu’elle était en train de décider si elle voulait avoir un chien ou pas.
« A propos, sa manière de choisir son animatrice pour la lecture me plaît énormément. Elle sympathise avec toutes les animatrices, mais elle chosit de préférence la fille la mieux maquillé. Un jour, nous avons décidé de ne pas nous maquiller pour vois comment elle allait faire son choix. Ce jour-là, elle s’est approchée de moi, et m’a demandé si j’avais des problèmes et comment est-ce qu’elle pouvait m’aider avec ses conseils. J’ètais vraiment touchée par cette petite fille.
Et voilà, pour aujourd’hui c’est tout. Je vous remercie d’avoir lu ma lettre jusqu’à la fin. »

vendredi 4 décembre 2009

SOBRE UN LIBRO Y UNA SESIÓN DE LECTURA




LGB
FRIDA
Jonah Winter/il. Ana Juan
Scholastic, A. A. Levine Books, 2002

Es evidente que el texto es acertado, simple y bien pensado. Quizá la sencillez es sólo aparente. Hay mucho pudor y una distancia sana al contar la infancia y adolescencia de este personaje archi-conocido. Dosifica bien sus efectos y sobre todo el pathos, sobre todo en el momento de narrar el fatídico accidente. . .

Las ilustraciones son extraordinarias. Su mayor mérito es el de llevar el sello personal de Ana Juan, y no el de Frida Kahlo. Ana Juan empezó siendo pintora en los ochenta; fue depurando cada vez más su estilo y su técnica, y especializándose en la ilustración (hace portadas, entre otros, para el famoso New Yorker) y su huella es reconocible entre miles. Me gusta en este álbum la paleta y la visión de México: mágica, misteriosa, alegre, agridulce.

En la lectura que hice en el salón de 3º y 4º años de la escuela primaria de mi comunidad, las reacciones fueron variadas e interesantes. Un momento por demás interactivo porque no se trató de una lectura tranquila. No hubo silencio absoluto por parte de los oyentes, y sin embargo, hubo una atención sostenida durante todo el proceso. Pongo a continuación los comentarios y preguntas que aderezaron mi lectura:

“¿Era china?”, en la primera página, cuando Frida bebé aparece envuelta en una serpiente emplumada.
“Era fea…” “Por qué tenía las cejas así?”
Aparece la amiga imaginaria en cierto momento. Al dar vuelta a la página Estefanía pregunta: “¿Dónde está su amiga imaginaria?”
“¿Es ella la que está tomando la foto?”, cuando aparece el papá de Frida tomando una foto de la familia.
“¿Cuántas hermanas tenía?”, cuando aparece la mamá con las hijas. Empiezan a contar las hermanas.
“¿Dónde está su amiga imaginaria?”, Estefanía.
“¿Dónde vivía?”, pregunta un niño. Todos le dicen que en Coyoacán. “sí, allá por Oaxaca”, dice Nora. Para luego preguntar: ¿Vivía en una casa hermosa?”
“Sí, era azul”, le digo
“Dónde está su amiga imaginaria?”, Estefanía.
“Y después del accidente, ¿le dolía?”. Les digo que sí; si a mí todavía me duele el brazo y el mío fue un pequeño accidente, imaginen cómo se sentiría ella.
Cuando Frida dibuja y dibuja les pregunto qué imaginan cuando dibujan.
“Nada, dice Karen, no imagino más que lo que estoy dibujando…”
“¿Dónde está su amiga imaginaria?”, Estefanía. Termino diciéndole que la pintura se convirtió en su amiga imaginaria. Por lo visto, el tema de la amiga imaginaria la obsesiona. Estefanía es una de las niñas que se lleva más libros a casa ...
“¿Me apartas el libro?”, dice Fernando. Casi todos los libros que leo en los salones salen a préstamo.
Al leer, guardo la distancia. No sé por qué en algún momento de este libro siempre me dan ganas de llorar, pero hoy no pierdo la compostura y leo dignamente.

Finalmente, siento que darles más información. Les cuento que fui al museo que alguna vez fue su casa. “La casa azul”, dice Nora. Sí, la casa azul. “¿Y cómo es? ¿Qué hay adentro?” Les digo que no sólo algunos de sus cuadros sino cosas que le pertenecieron, como su ropa, sus joyas, sus muebles…

Un álbum rico: un personaje fuerte; una historia intensa narrada e ilustrada finamente. Tiene la dosis exacta de cada cosa para interesar y provocar reacciones como las que acabo de escribir. Un álbum rico.

He visto muchos otros libros sobre Kahlo. Aparte de cierto extrañísimo álbum publicado por Nostra, que merece mención aparte porque no trata realmente de ella sino de lo que su fantasma provoca, los demás tienen el enorme defecto de la sobrecarga: páginas llenas de colores, de reproducciones puestas unas junto a otras, un cortocircuito para los ojos y el cerebro; demasiada información, además de cierto regocijo morboso. Junto a estos, el álbum de Winter es, como dije antes, un milagro de mesura y de pudor.

jeudi 5 novembre 2009

NOVIEMBRE EN EL BLOG

¡Octubre mudo, noviembre no tanto!

Ante todo, una disculpa a los lectores de este blog por no haber publicado nada en octubre. A principios de ese aciago mes, una de mis perras me recibió con mucho amor y entusiasmo y me hizo caer estrepitosamente en el camino que lleva a mi casa. Resultado: dos esguinces y un tendón desgarrado en mano y brazo derechos; mucho dolor, yeso e inmovilización de 3 semanas. Imposible escribir a mano o en compu.

Y por ganas no quedaba: tenía muchas ideas y cosas que me parecían interesantes para compartir, como el proyecto de Carola Diez de reunirse para leer álbumes, la presentación del libro y de una película sobre el trabajo de Marie Bonnafé, o el proyecto de Gaby Nájera en Chihuahua… a continuación les hago llegar los dos últimos. Espero noticias de Carola, para saber cómo fueron sus primeras sesiones de lectura, y preparo mientras tanto, un registro de mis propias sesiones de lectura y préstamo en la escuela primaria y en el kinder de mi comunidad, San Isidro, Guanajuato.

¡Feliz de regresar a la circulación, saludo a todos mis lectores!

Lirio GB

LIBRO DE MARIE BONNAFÉ, de ACCES



LOS LIBROS, ESO ES BUENO PARA LOS BEBÉS
(Les livres, c’est bon pour les bebés, Calmann-Lévi, Paris, 2000)
Marie Bonnafé, Océano, 2008. Traducción : Lirio Garduño, Jean-Pierre Buono.
por Lirio GB
Para mí fue un gran placer, no sólo leer este texto, sino traducirlo al español.

Ya antes había leído trabajos de Marie Bonnafé, en los Cahiers D’Acces y en documentos que Genevieve Patte nos hacía llegar vía Internet a los participantes del Seminario Leámos de la Mano de papá y Mamá. Su tesis me parecía innovadora e interesante, sobre todo porque era algo que yo había vivido cuando mi hija era pequeñita: tuvo su primer libro a los tres meses y siempre me pareció natural leerle. Recuerdo que en una ocasión, entré a su cuarto y la encontré en su cuna, acostada boca arriba “leyendo” un libro de tela, uno de sus preferidos. Hojeaba el libro y observaba atentamente cada detalle, pasando las páginas lentamente. Ver a una nena tan pequeña manifestando tal familiaridad con los libros, me conmovió en ese momento y confirmó luego, con experiencias similares como promotora de lectura, mi convicción de que los libros son buenísimos para los bebés.

Preguntas frecuentes cuando hablo en público sobre la lectura son: ¿los bebés pueden entender? ¿Es útil leerles? ¿Para qué darles libros si aún no saben leer?

A través de la narración de experiencias de animación en diferentes lugares que no forzosamente tienen que ver con los libros, como consultorios pediátricos o centros de asistencia social, Bonnafé nos muestra que mientras más temprano se empiece a poner en contacto a los niños con los libros, mejor. Y respalda su afirmación con un sólido aparato teórico.

Este libro, es el fruto de un trabajo de más de veinte años en el seno de la asociación ACCES (Acciones Culturales contra la Exclusión y la Segregación), que fue fundada en Francia por el Dr. René Diatkine y por la propia Bonnafé, entre otros destacados psicoanalistas, educadores y especialistas del fenómeno lector. Esta asociación se propone iniciar a los libros desde muy temprana edad, a niños cuya situación socio-económica es precaria y constituye un obstáculo para el acceso a la palabra escrita, a la imagen, al fenómeno estético. ACCES trabaja con niños pequeños y madres inmigrantes, a veces analfabetas. Su labor de animación lectora se desarrolla como dije antes, en lugares públicos como consultorios PMI (Protección Materno-infantil), salas de espera de hospitales, centros comunitarios y bibliotecas.

Marie Bonnafé “…contempla al trabajo cultural con la primera infancia como una acción que incide no sólo en el desarrollo de los pequeños sino en la reestructuración de los adultos ligados a él. Es decir, estamos muy lejos del discurso habitual de alabanza a los libros y a la lectura, y de una concepción del acercamiento a la oferta cultural como algo suntuario…” dice Diatkine en su prólogo.

Bonnafé distingue entre la lengua fáctica, que utilizamos todos los días para fines prácticos, y la lengua del relato. Afirma que los bebés y los niños en general, son capaces de distinguir claramente una de la otra. Y no es, dice, que una sea mejor y la otra peor, simplemente que el tener contacto con ambas, enriquece intelectualmente al niño y le da la posibilidad de desarrollar una visión mucho más amplia del mundo y de sí mismo.
Sin embargo, en ningún momento la autora pretende que se estructuren estos encuentros como oportunidades para un aprendizaje precoz de la lectura o de otras habilidades. Lo importante de estos primeros contactos con el libro es que se realicen de manera gratuita, que estén ligados a sensaciones placenteras y que de ninguna manera se vuelvan utilitarios. Es decir, como todo lector adulto, el bebé tendrá la oportunidad de escoger él mismo sus lecturas y de evaluarlas como mejor le convenga. Por experiencia puedo afirmar que esto es posible, que los bebés son capaces de esto y de más.

En ciertos capítulos, recomienda libros, y abunda en los géneros literarios preferidos (como las cantinelas y las nanas), los temas frecuentes (el lobo y otros animales, la magia, los objetos…), los autores, los diferentes tipos de libros: en cartonné, animados, álbumes ilustrados… Además, trae un práctico anexo con los álbumes mencionados, que han sido publicados en español.

¡Es una suerte tener un texto de esta importancia en América Latina! (y una traducción taan buena…)

UN PROYECTO DE LECTURA: Un niño, un avión, una flor




Claudia Gabriela Nájera Trujillo trabaja como bibliotecaria en la escuela Melchor Ocampo, de Chihuahua, Chih., y realiza una labor extraordinaria. Hace lecturas en los salones, promueve libros a la hora del recreo, propicia la reflexión y el debate en su biblioteca, realiza actividades especiales, y escribe sobre sus experiencias.
Es la autora de “…Pero no imposible”, libro en el que narra sus principios como bibliotecaria escolar bajo la forma de una bitácora, publicado por Océano en 2008.

El Proyecto Principito, lo realizó en su escuela, en julio 2009:

Claudia Gaby se dio cuenta de que existía la dificultad de desarrollar actividades de lectura debido a que por lo general se dispone de un solo ejemplar de cada libro. “La lectura del mismo título por parte de varias personas se hace lenta, hay que esperar turno y si el libro es extenso pueden pasar meses antes de que podamos comentar su contenido. He observado que cada quien se inventa formas de resolverlo: leyendo en voz alta para todos, capítulo a capitulo (lo que conocemos como “lectura en episodios”); encargando la lectura de un capítulo por alumno quien lo irá comentando ante el grupo; invitando a una lectura en equipo o, yéndonos al extremo, sacando fotocopias. Sin embargo, la experiencia de leer todos juntos un mismo libro, con ejemplar en mano, había sido hasta entonces imposible realizar en mi escuela…Se me ocurrió empezar a conseguir libros de un mismo título, solicitarlo entre los amigos, pedirlo prestado a otras bibliotecas, comprar algunos con recursos propios, en fin, hacer lo posible por conseguir la cantidad de ejemplares necesarios para un grupo completo...” Y así surgió el Proyecto Principito.

Se dio a la tarea de mandar correos a las personas conocidas que podrían estar dispuestas a donar un ejemplar de dicho libro. Algunas de estas personas dijeron que enviarían el libro siempre y cuando los niños mismos lo solicitaran por carta. Dicho y hecho. Una vez los ejemplares en la biblioteca, invitó a las maestras y a los niños a una lectura colectiva, “en sesiones semanales y desarrollando algunas actividades vinculadas a la lectura; al final miraríamos la película.”

Quienes contestaron cartas a los niños y niñas fueron:
Carola Diez, Betty Moreno, Emilia Chávez, Gabriel Borunda, Raúl Manríquez, Evangelina Sánchez, Ma. Elvira Charria, Rolando Padilla, Gerardo Cirianni, Blanca Laura De la Rosa, Lucía Natalino, Raúl Alfaro, Lili Canseco, Amelia Valdez, Karina Salgado, Luz Ma. Chapela, Francisco Chávez, Ma. Antonieta Miranda, Rubén Pérez-Buendía, David Acevedo, Miguel Valdez, Irma Vázquez y Ana María López.
Los que donaron ejemplares de El Principito:
Carola Diez, Betty Moreno, Emilia Chávez, Gabriel Borunda, Raúl Manríquez, Gerardo Cirianni, Lucía Natalino, Jesús Rascón, Graciela Meléndez, Lili Canseco, Amelia Valdez, Francisco Chávez, Cristina Ahumada, David Acevedo, Miguel Valdez, Emilio López y Francisco Quirván. Ana María López nos envió uno en formato digital.

El proyecto resultó todo un éxito. Alrededor de la lectura desarrollaron actividades de escritura y de reflexión interesantísimas. Una de ellas fue invitar a un piloto de avión (el papá de Claudia) quien les habló sobre su experiencia profesional de vuelo ¡Algo así como tener a St. Exupéry presente!
Los niños escribieron sus opiniones sobre el proyecto; no puedo resistir poner aquí las de uno de los grupos:

PROYECTO PRINCIPITO
LO QUE ME GUSTÓ, LO QUE APRENDÍ – 5° B
A mí me encantó este libro porque me dejó una gran lección porque a mí la lección fue que una persona es única en el mundo, tiene la sencillez… lo que me enfadó en la película es que ponían canciones americanas y que metían mentiras en la película. Y el proyecto también me dejó una lección: trabajar en equipo, eso fue lo que me gustó. Otra cosa que me gustó fue que nos salvara de las regañizas de la maestra. PERO ME GUSTÓ!!!
Lesslie Patricia Escárcega Rascón

Me gustó más el libro que la película. La película está aburrida y el libro trae más diversión y usas tu imaginación. El año que entra quiero leer el de Hamlet, Harry Potter y la película de Hamlet.
Jesús

Mi opinión es: me gustó mucho el proyecto, pero lo que no me gustó fue que no se acabara, me gustó mucho el libro porque cada vez que leía un párrafo me lo imaginaba, también me emocionó mucho la película, aunque en el libro no viniera el planeta donde estaba el militar y espero que en 6° volvamos a leer otro libro.
Cynthia Karina Romero González

Me gustó la historia porque era muy interesante y porque el Principito vivía en planeta B-612 y porque su planeta era muy pequeño y sólo tenía una flor y 3 volcanes extintos y además plantaba una especie de baobabs. Lo que me disgustó fue el cantar porque era muy aburrido. Lo que aprendí fue que ser egoísta no es bueno para nadie.
Katherine Joselin Chávez Chávez
(cuando habla de que le disgustó “el cantar” se refiere a las muchas canciones contenidas en la película)

Lo que fue emocionante fue ver la película y también durante el proyecto Principito es que el papá de la maestra Claudia vino a platicar con nosotros.
Anónimo
(el papá de Claudia Gaby es el aviador que los visitó)

Me gustó mucho que el Principito viajara de planeta en planeta y que en el último planeta que fue la Tierra que se haya encontrado al piloto. Y lo que no me gustó es que el Principito se muriera y como no se con claridad si al ser mordido por la serpiente no sé decirles si se fue de nuevo a su planeta y espero que el año que viene la maestra bibliotecaria hagamos otro proyecto con un nuevo libro. Y yo aprendí que si el Principito hubiera muerto o no, me dejó una lección, no sé si esta lección sea cierta o no, yo digo que no hay que confiar en extraños.
Luis Fernando Ordoñez Díaz

A mí me gustó el Principito mucho pero me gustó más el libro porque te vas imaginando a todos los personajes. También fue muy bonita la película, me gustó porque todos pensábamos que el Principito era mayor y cuando vimos la película vimos que era un niño. A mí me sirvió mucho el Proyecto Principito porque me enseñó muchas cosas, me enseñó a no discriminar a la gente.
Brianda Judith

Lo que me gustó fue que cuando el Principito se encontró con el aviador fue que él fue el único que entendió el dibujo del aviador. Mi opinión es que el libro de El Principito fue el mejor que yo había leído hasta ahora. Otra cosa que me gustó fue que hasta hicieron una película que también era divertida. Lo que no me gustó fue que en la película venían unas partes que no decía en el libro del Principito.
Johari

A mí lo que más me gustó fue cuando el Principito encontró al Zorro y una de las cosas que no me agradó fue cuando el Principito se murió. Mi opinión es que al final hubiera seguido viviendo el Principito. Una de las cosas que me hubiera gustado es que hubieran hecho otro libro del Principito.
Juan Alberto Mendoza Tarango

A mí me gustó el proyecto porque pudimos convivir y leer con los compañeros. A mí no me gustó que la serpiente mordiera al Principito ni que se acabara el libro. Fue muy emocionante leer y ver la película pero muy, muy triste el final. Yo aprendí a valorar las cosas antes de que se vayan. A mí me gustaría que hubiera otro libro del Principito.
Valeria Denisse Casas Rosales

A mí me gustó mucho este proyecto. A mí me encantó la historia del piloto y el Principito. Yo nunca había leído un libro tan largo, fue increíble. A mí lo que me gustó fue cuando la maestra nos leía porque era muy emocionante. Cuando terminamos de leer vimos la película del Principito y me gustó mucho porque cada vez se ponía más interesante. Lo que más me gustó del proyecto fue cuando nosotros escribimos cartas para las otras bibliotecarias, nos entregaron libros y más cuando la maestra bibliotecaria nos dijo del proyecto a mí me encantó la idea porque leer es muy bonito. Lo que aprendí de esta historia fue que no siempre hay que echarse para atrás como lo hizo el piloto que él pensaba que se iba a morir y el Principito lo ayudó a traer agua. Eso fue todo.
Luisa Fernanda Uribe Chávez

Me gustó el Proyecto Principito porque es interesante, creativo y divertido. Y me gustó el libro porque es medio largo y fantasioso y la película porque era animada. Me gustaría otro proyecto de otro libro.
Mario Alberto Corona Ramírez

Bueno primeramente a mí me gustó mucho el libro del Principito ya que con ayuda del libro me hizo saber que no todos los adultos son aburridos, yo cuando sea grande me gustaría ser una persona muy divertida. También lo que se me hizo muy triste porque el Principito se decepcionó de su flor ya que ella le había dicho que era única y después el Principito se dio cuenta que no era única, pero en realidad era única para él. Bueno a mí me gustó mucho este libro. A mí también me gustó la película, yo aprendí que debemos de querer mucho a las personas y valorarlas.
Alejandra González Cervantes

Me gustó leer. Me gustaría leer Harry Potter.
Gerardo A. Bustillos

¿Cómo sería México si hubiera en cada escuela pública o privada, una persona como Claudia Gabriela, dedicada a promover con amor y entusiasmo los libros y la lectura?

RESEÑA DE "LA LUNA" DE SABINES



La luna
Jaime Sabines. Ilustraciones: Luis Manuel Serrano
Diseño Gráfico: Diego Echeagaray
CIDCLI – CONACULTA, México, 2002
25 pp - color.
por Lirio GB
¿Qué decir del texto de Sabines sino que es hipnótico y de sonámbula belleza?
Los collages que lo acompañan tienen la misma cualidad nocturna de fuerte inspiración surrealista: Max Ernst, "Une semaine de bonté". Sin embargo la ilustración es siempre fiel al texto, nunca lo deja solo, como un buen pianista acompañando una hermosa voz.

Quizá el mérito mayor de este libro vaya al diseñador, Diego Echeagaray por la claridad de cada doble página, algo así como una evidencia: imagen-frente-a-texto. Aunque, hojeándolo de nuevo me dejo llevar por el relieve de los collages de Luis Manuel Serrano y por la serena nitidez de la palabra del poeta. Difícil escoger: ¿qué me gusta más? ¿El poema? ¿El diseño? ¿Los collages?

También Joan Manuel Serrat se dejó llevar por este poema, lo adaptó junto con el propio Sabines al catalán, y lo cantó con la suavidad de una canción de cuna. Este libro es casi lo mismo, una suave canción que flota bajo la luz blanca de la luna.

No muchos niños de mi Sala de Lectura lo hojean o se lo llevan a casa. Pero los que lo leen, perciben la extraña atmósfera entre sueño y realidad y aprecian el humor del poeta. Alguna vez se lo leí a algún pequeñín. Como siempre, muchos otros niños nos rodearon y escucharon con atención. Es un libro que se lee bien en voz alta y por su formato y la abundancia de ilustraciones, se presta de maravilla a una lectura pública, aunque la lectura íntima no se excluya en absoluto. Un momento de magia y delicias, editado con gran calidad.

La portada que reproduzco es la de nuestro ejemplar, algo gastado. Por eso no se ve flamante y nueva… pardon!

lundi 14 septembre 2009

NUEVO LIBRO DE MICHELE PETIT


(version francaise en bas)

EL ARTE DE LA LECTURA EN TIEMPOS DE CRISIS
( Océano, México, 2009)
L’ART DE LIRE
ou comment résister à l’adversité
Michèle Petit, Éditions Belin, 2008, 265pp
por LGB
Un libro sobre los beneficios de la lectura. Sobre su capacidad de restaurar lo que se rompió. Sobre el papel de los mediadores en estas lecturas reparadoras. Al terminar de leerlo por primera vez la Navidad pasada, en Francia, me quedó un gusto a sinfonía. Vi a su autora como una directora de orquesta, dándole cohesión a una pieza, coordinando las muchas voces que la componen, regulando los silencios, los rubati, los matices: aquí pianissimo, allá mezzo-forte, más allá fortissimo. Pienso entonces en la facultad de escuchar, de reunir, de coordinar y organizar material (sonidos, colores, o en este caso experiencias de lectura) para proponer una obra coherente. Escuché todas esas voces, registradas por ella y al mismo tiempo escuché lo que ella tenía que decir sobre esas tantas experiencias fuertes y particulares que aparecen en su libro. En esta sinfonía, como en cualquier obra orquestal, se transparenta desde luego el toque personal, como dice ella misma: “toda escritura es un intento de autobiografía”.

El libro empieza con hospitalidad, como una puerta que se abre en cuyo umbral aparece el rostro amable de su autora…y de todas las personas que acompañaron su escritura. Dice: “En el momento en que bosquejo este capítulo, muchos rostros vienen a mi encuentro. Muchos de esos rostros son jóvenes –mujeres en su mayoría, pero también muchachos. Sonríen, aunque hayan vivido episodios difíciles debido a la violencia o a la dictadura que conocieron sus países. Por poco que uno los quiera escuchar, relatan lo suyo. Y lo relatan bien… Algunos de ellos van con burros cargados de libros, como Luis Soriano con Alfa y Beto en el norte de Colombia. O embarcan álbumes en barcos y bogan hacia las islas del sur de Chile, mientras que otros tantos remontan el Paraná o el Amazonas…”

Desde entonces sabemos que será un libro de aventuras, un libro que al filo de los viajes y los encuentros nos transmitirá cosas importantes, pero no como un frío estudio socio-antropológico, con cifras y tablas, sino con el calor de quien sabe escuchar y desea dejar una huella de la experiencia de tantas personas que promueven la lectura en tiempos y en lugares difíciles.

Estoy convencida de que los artistas tienen la facultad de adivinar, de presentir lo que en francés se llama “l’air du temps”, el aire del tiempo. Michèle Petit lo captó, al ir al encuentro de gente que quiso compartir sus experiencias, experiencias a veces muy duras, como las de los jóvenes desmovilizados del conflicto armado en Colombia, las de las víctimas de la crisis económica en Argentina, o las de los jóvenes de un Centro de Detención para adolescentes en México.

Este libro es un documento alentador en cuanto al poder de la lectura y sobre todo en cuanto al extraordinario poder de la mediación, poder constructivo, reconstructivo, recreativo, educativo, y demás ivos que se nos puedan ocurrir. Porque la mediación aquí no se concibe como una mediación formal, académica, dentro de un espacio escolar sometido a la rentabilidad. Se concibe como obra de personas que desinteresadamente promueven la cultura escrita, los libros, en toda su diversidad y su riqueza: álbumes para niños, novelas, poesía, libros de arte, divulgación científica, y hasta soportes diferentes de los libros como cine, video y “actos poéticos” como los de Mirta Colangelo en Argentina (p.185)

Habitar el mundo, apropiarse del espacio, tejer las cosas que nos rodean y hacerlas amigables a nosotros. Ese arte de habitar, podemos extenderlo a los libros: entrar en ellos, vivirlos, estar dentro, trabar relaciones con ellos, permitir que nos transformen. Los mediadores pueden ayudar a la gente a entrar en los libros, a habitarlos.

En algún momento Petit cita a Thomas Pavel: “la inteligencia del corazón no excluye la del intelecto”. Así, su libro está lleno de reflexiones, referencias, citas literarias y científicas, pero sin perder nunca de vista la experiencia vital de los promotores de lectura como integrantes de una enorme orquesta, tocando diferentes instrumentos siempre en armonía, aunque muchas veces no se conozcan entre sí.

Lirio Garduño-Buono
San Isidro, sept. 09

Michèle Petit ya no necesita presentación en el mundo latinoamericano, pero para aquellos que no la conocen puedo decir que es antropóloga para el Centro Nacional de la Investigación Científica en la Universidad de Paris I, en Francia y que se ha dedicado durante más de veinte años a la investigación del fenómeno de la lectura, particularmente en medios alejados de la cultura escrita, concediendo un lugar especial a las experiencias lectoras en Europa y en América Latina, como en este libro.
Es autora entre otros de “Éloge de la lectura. La construction de soi (Belin, 2002) y de “Nuevos acercamientos a los jóvenes y a la lectura”(FCE, México, 1999)


(version française )
L’ART DE LIRE
ou comment résister à l’adversité
Michèle Petit, Éditions Belin, 2008, 265pp
(paru en espagnol comme El Arte de la Lectura
en tiempos de Crisis, Océano, 2009)

Un livre sur les bénéfices de la lecture. Sur sa capacité de restaurer ce qui est cassé. Sur le rôle des médiateurs dans ces lectures réparatrices. A la fin de ma première lecture, à Noël dernier en France, il m’est resté un goût de symphonie. J’ai visualisé son auteur comme un chef d’orchestre donnant sa cohésion à une pièce, coordonnant les nombreuses voix qui la composent, réglant les silences, les rubati, les nuances: ici pianissimo, plus loin mezzo-forte, là-bas fortissimo. Je pense alors au grand talent requis pour écouter, réunir, coordonner et organiser du matériel (sons, couleurs, et, dans le cas qui nous occupe expériences de lecture) pour proposer une œuvre cohérente comme celle-ci. J’ai pu «écouter» les voix enregistrées par elle et en même temps, ce qu’elle avait à dire sur toutes les expériences fortes et particulières qui apparaissent dans son livre. Dans cette symphonie, comme dans n’importe quelle œuvre orchestrale, on perçoit en transparence la touche personnelle; comme elle-même le dit: “toute écriture est une tentative d’auto-biographie”.

Le livre démarre avec hospitalité, comme une porte qui s’ouvre, dont le seuil encadre le visage aimable de l’auteure…et de toutes le personnes qui accompagnèrent son écriture. Elle dit: “Au moment où j’ébauche ce chapitre, des visages me reviennent. Beaucoup de ceux auxquels je songe sont jeunes –des femmes, en grand nombre, mais aussi des garçons. Ils sont très souriants, même s’ils ont vécu des épisodes difficiles du fait de la violence ou de la dictature que leurs pays connaissent ou ont connues. Pour peu qu’on les écoute, ils racontent volontiers. Et ils racontent bien… Quelques-uns vont même avec leurs montures chargées de livres, tel Luis Soriano avec ses ânes Alfa et Beto, au nord de la Colombie…tandis que d’autres remontent le Parana ou l’Amazone.” (p25)

Dès lors, on sait que nous aurons affaire à un livre d’aventures, un livre qui, au fil des voyages et des rencontres nous transmettra des choses intenses, non pas comme une froide étude socio-anthropologique, avec chiffres et tableaux statistiques, mais avec la chaleur d’ une auteure qui sait écouter et désire laisser une trace de l’expérience des autres, toutes ces personnes qui font la promotion de la lecture en des temps et lieux difficiles.

Je suis convaincue que les artistes ont la faculté de deviner, de pressentir l’air du temps. En écrivant ce livre, Michèle Petit l’a fait, en allant à la rencontre des temps et lieux de crise; à la rencontre des personnes qui ont bien voulu partager leurs expériences, parfois très dures, avec elle, comme ces jeunes démobilisés de la guerrilla en Colombie, ou celles des victimes de la crise économique en Argentine, ou encore, celles des jeunes détenus dans un prison pour adolescents au Mexique... Il s’agit ici d’un document encourageant quant au pouvoir extraordinaire de la médiation lectrice, pouvoir constructif, reconstructif, récréatif ou toutes les autres « ifs » que l’on voudra ajouter. Parce qu'ici la médiation ne se conçoit pas en termes académiques et formels, dans un espace soumis à la rentabilité scolaire. Elle se conçoit comme l'œuvre de personnes qui de façon désintéressée font la promotion de la culture écrite, des livres, en toute leur diversité et leur richesse : albums pour enfants, romans, poésie, livres d’art, divulgation scientifique et même des supports différents des livres, comme le cinéma, la vidéo ou les « actes poétiques » comme ceux de Mirta Colangelo en Argentine (p. 185).

Habiter le monde, s’approprier l’espace, tisser les choses qui nous entourent “pour nous en faire des amis” (Gaudin, p. 74). Cet art d’habiter, on pourrait l’étendre aux livres: les vivre, être dedans, se mettre en relation avec eux, leur permettre de nous transformer. Les médiateurs peuvent aider les gens à entrer dans les livres, à les habiter.

Petit cite Thomas Pavel: “l’intelligence du cœur n’exclut pas celle de l’intellect ». Ainsi, son livre est plein de réflexions, de références, de citations littéraires et ne perd jamais le cap sur l’expérience vitale des promoteurs de lecture qui, tels les membre d’un grand orchestre, jouent des instruments différents mais toujours en harmonie, même si la plupart des fois, ils ne se connaissent pas entre eux.

Lirio Garduño-Buono
San Isidro, sept. 09

Michèle Petit est anthropologue au CNRS (Université Paris I). Elle mène des recherches sur la lecture, particulièrement dans des milieux éloignés de la culture écrite, et privilégie l’analyse de l’expérience singulière de ceux qu’elle rencontre. Elle est notamment l’auteure de Éloge de la lecture. La construction de soi (Belin, 2002).

SOBRE LA LECTURA



por Lirio GB


Leer.- La definición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua española es: “Pasar la vista por lo escrito o lo impreso, comprendiendo la significación de los caracteres empleados”. Y también: “comprender el sentido de cualquier otro tipo de representación gráfica: leer una partitura, leer un plano…”
Hay otra más poética: “Descubrir por indicios los pensamientos o sentimientos de alguien”. Se puede, pues leer un libro, claro pero también leer una imagen, leer la expresión de un rostro, leer la desolación o la belleza de un paisaje; leer la simetría y la serenidad de una fachada; leer las líneas de la mano, la mirada del hombre o la mujer que amamos; leer la hostilidad de una intención o la benevolencia de un gesto; leer una huella en la playa, leer un poema, leer el genio y la locura de Goya o de Van Gogh en sus pinturas; leer la interrogación sobre la muerte en los sonetos de Sor Juana, leer un perfume o un hedor… Leer el mundo no se limita a la lectura del libro, aunque el libro sea la materialización de otra lectura hecha alguna lejana vez por un hombre o por una mujer. Rilke pasó largas horas leyendo el firmamento, y cristalizó su lectura en poemas cósmicos, metafísicos; mi preferido es aquel en el que se pregunta “…y de todas estas estrellas/ ¿cuál, cuál estará viva aún?” Un científico leería el cielo nocturno de otra manera, pero quizá llegaría al final a la misma interrogación del poeta “¿cuál es, de todas éstas, la estrella que aún vive?”
En la Sala de Lectura Perro Azul y en mis Talleres con adolescentes detenidos leímos no sólo textos, sino imágenes, objetos, sueños, manos, ropa, música… Todo esto alrededor del libro, de los libros.
Quién mejor que mi maestra Geneviève Patte para hablarnos de esto: “El primero y quizás único objetivo de la literatura es proporcionar placer; placer que nos da la posibilidad de extender los sentimientos propios hacia los demás. Los libros enriquecen nuestra vida interior al tiempo que posibilitan una mejor vida en sociedad. Bajo esta perspectiva, disfrutar de agradables y enriquecedoras experiencias literarias no es un lujo sino una necesidad. Necesidad aún más sentida cuando se trata de poblaciones marginales, limitadas no sólo en cuanto a posibilidades sociales adecuadas sino en cuanto a su voz y su potencial de acción. Con demasiada frecuencia ignoramos sus capacidades de aportar y de trasformar su entorno. Los encuentros alrededor del libro, son una posibilidad de promover estos procesos. El ejercicio de concretas, pequeñas y a veces efímeras experiencias de autonomía y libertad, constituye un camino hacia la conquista de otras libertades, de otras capacidades”. (Presentación para Leamos de la mano de papá y mamá, 2001).
No sé si la vida de esos niños y jóvenes habrá cambiado. Ni siquiera sé si seguirán leyendo o si tendrán ganas de hacerlo en el futuro. Pero estoy segura de algo: de que lo vivido y lo bailado, nadie se los quita. Saber más sobre sí mismo siempre es motivo de cambio; de un cambio profundo y duradero. Y aprender que la felicidad no es una idea lejana, que está a la vuelta de la esquina y a la vuelta de una hoja, es siempre un buen comienzo para cambiar la vida.






















750 LIBROS





No es la primera vez. Ya en el pasado Eduardo Langagne, director de la Fundación para las Letras Mexicanas, me había mandado libros para la biblioteca del Tutelar (Centro de Detención para Adolescentes). Pero ahora fue una locura. Empezando por recogerlos en la Central de Autobuses y sacar las siete gigantescas cajas, meterlas en mi VW y llevarlas a la casa, donde clasificamos el material y decidimos cuáles libros se iban al Tutelar, cuáles se quedaban en mi Sala de Lectura, cuáles podrían ser útiles en otros lugares, como la Facultad de Letras o la Biblioteca Central Estatal...

Porque con esos libros no sólo recibimos libros. El mensaje que me llega con ellos es el de la buena voluntad, la generosidad, la bondad y la inteligencia de su donador. 750 volúmenes: poesía y narrativa en su mayoría aunque también arte mexicano, ensayo, crítica, y hasta alguno que otro de costura o de canciones. Muchos vienen de la biblioteca personal de Eduardo, otros de la Fundación. Ante la cascada de libros, no pude, como ven, resistir las ganas de ponerme el traje de baño y echarme un clavado en ellos. Pero no sólo eso. Suscitaron muchas cosas mientras los clasificábamos durante el fin de semana.

Empezando por la codicia. Ni Jean-Pierre (mi esposo) ni yo somos codiciosos con el dinero o los bienes materiales. Ni siquiera somos codos con nuestros sentimientos. Pero descubrimos una forma de avidez y de codicia al tratarse de libros. Tuvimos ambos, ganas de atesorarlos, de guardarlos, de quedarnos con ellos. Desde luego, algunos se quedan aquí, en el acervo de la Sala de Lectura. Pero muchos se tienen que ir. Aprender a dejar ir. Supongo que para Eduardo fue lo mismo: deshacerse de tantos libros, muchos de ellos dedicados, y dejarlos ir para que inicien una nueva vida.

Y a propósito, pensamos también en las dedicatorias: ¿quién dijo que una dedicatoria nos obliga a guardar un libro por toda la eternidad? ¿Quién dijo que esa inscripción será su epitafio en la tumba de nuestra biblioteca? Seguirán circulando, pasando por muchas manos y sus dedicatorias serán cartas abiertas a todo el que quiera leerlas.

Otra cosa que este acervo despertó, fue el pensar en la abundancia de poetas y narradores de México. ¿Somos tantos? ¿Servimos de algo? ¿Nuestra presencia será útil para contrarrestar (ya que no detener) la barbarie? En todo caso, es alentador el descubrir que hay tanta gente que no vive sólo para comer, dormir y consumir. Que hay personas que piensan que la palabra tiene su lugar en esta vida y que su labor será a la larga reconocida y asimilada por la gente. Se puede tener esperanza.

Y claro, es alentador también ver que tanta creación corresponde a tanta edición. Los editores. A pesar de que una amiga escritora decía que “el mejor de ellos, colgado”, podríamos calificar su labor de maravillosa, sobre todo en las condiciones adversas de la economía mexicana.

750 libros. 7 cajas que ahora se repartirán en tres acervos. ¿Quién leerá qué? ¿En qué momento? ¿Servirán para sacar a alguien de la desesperación? ¿Para despertar sentimientos? ¿Para avivarle la chispa vital a alguien que se marchita?

Sólo por esto, el generoso donador merece el cielo (pero el cielo en la tierra, es decir, lo mejor que le pueda pasar aquí abajo…). ¡Mil gracias, Eduardo!.


jeudi 27 août 2009

SESIÓN DE LECTURA DE ZAPATOS EN LA SALA JUSTITA ARENAS


TALLER "PINTANDO ZAPATOS"
Una sesión en la Sala de Lectura “JUSTITA ARENAS”,
Con Néstor Ramírez, Tláhuac, D.F.
por Lirio GARDUÑO BUONO

Llegamos milagrosamente a las 18:00 horas, tiempo previsto. En el coche de Mariana, viajamos cómodamente Laura y yo. Mariana es una excelente conductora, la serenidad misma en medio de este tráfico de locura. Néstor está en la calle, nos espera. Estoy muy contenta de verlo y también de estas últimas horas pasadas en casa de Laura, compartiendo experiencias, hablando de libros, libros y lecturas. Nuestro último encuentro data de hace algunos meses no nos habíamos visto, así que es realmente un placer vernos de nuevo.

Néstor nos hace pasar a la Sala de Lectura que es a la vez su casa. Me impresiona especialmente la habitación donde se encuentran los libros, pues en lugar de techo tiene un gigantesco domo que deja entrar raudales de luz, aún en una tarde lluviosa como esta. En el centro de esta habitación, Néstor dispuso una plataforma cubierta con tela, donde reposan (debería decir posan), zapatos fuera de lo común por su forma o su color. Está la bota de la Catrina, algunos zapatos punk, zapatillas de ballet, zapatos de hombre. Todos circulamos alrededor de ellos y luego nos vamos a sentar.

La otra parte de la Sala es una habitación con un gran ventanal y sillones. Fotos, hermosos pósters en los muros. Hay un aparato de sonido de donde sale una canción que habla de un par de viejos zapatos. Esto nos va metiendo en el ambiente.
Al principio hay sólo algunos chicos, de 9 a 15 años, en su mayoría familiares de Néstor. Vacilamos. Esperamos. Decidimos empezar. Van llegando niños y adolescentes poco a poco, y se van integrando a la plática. Empiezo por explicar que los zapatos son una pasión personal y que son un vastísimo tema. Me apego al esquema que traigo: les muestro planchas de anatomía ilustrando el pie y sus múltiples huesos y músculos. Les pregunto qué se puede hacer con los pies. Todos responden, todos participan: “caminar, saltar, correr, bailar…”

Viene luego la historia del calzado: como una necesidad, un lujo, un placer, una obligación social… En esto también participan mientras vemos las fotos del libro “La Chaussure” (El Zapato, V. Giscard D’Estaing). Y los cuentos, las historias inventadas a partir de los zapatos, o donde éstos juegan un papel importante: “El gato con botas”, “Cenicienta”… El zapato como objeto mágico. Hacemos circular estos libros y también algunos de los seleccionados por Laura y Néstor de sus propios acervos: “Los zapatitos de rosa” de José Martí, “Las botas rojas”, una foto impresionante de una fachada de Lisboa, ¡enteramente cubierta de zapatos… pintados de dorado!, un catálogo de “Vogue”, etc…

Laura y yo les contamos nuestra experiencia de esta mañana en el “Museo del Zapato” de la tienda “El Borceguí”, situado en pleno centro de la ciudad de México. Distribuimos la publicidad del museo, les recomendamos ampliamente hacer una visita a tan insólito lugar. Néstor está decidido a organizar una excursión.

En la segunda parte de la sesión, proponemos actividades concretas. Nadie quiere escribir o dibujar, todos quieren PINTAR. Néstor preparó pinturas, pinceles, recipientes. No nos queda sino poner manos a la obra. Un error hizo que se comprara barniz en lugar de pintura vinílica y le digo que evitemos el barniz, pues su fuerte olor puede intoxicarnos en un espacio cerrado. Uno de sus primos va rápidamente a buscar pintura de agua, y Néstor saca de algún lugar varias botellas de acrílico. No tenemos una gran variedad de colores, pero podemos comenzar. Todos han traído viejos zapatos para transformar. Les he mostrado el libro de los “Objetos a la deriva” (Objets a la dèrive, Centre G. Pompidou, 1986) y esto les ha sugerido miles de posibilidades para trabajar sus zapatos. La música continúa. Néstor saca también tarjetas tamaño media-carta y una bolsa enorme de crayolas; también tijeras y revistas. Los que no tienen zapatos qué decorar, como Laura, se ponen a hacer collage a partir del contorno uno de sus pies, sobre el cual pegan recortes, decoran, escriben…

A las siete de la noche la actividad es febril. Debe haber unos veinticinco participantes. Tomo fotos pero no tengo tiempo de registrar por escrito. Algunos zapatos de bebé se transforman en carritos, unas viejas zapatillas de punta toman los colores de un excéntrico arco iris, un viejo y arrugado zapato se transforma en la cara de un negrito. Sobre otros zapatos de delinean paisajes, decoraciones caprichosas de puntos o rayas. Néstor y yo vamos de un lado a otro cambiando el agua de los pinceles, vertiendo pintura, sacando las obras a secar, etc.

En un determinado momento, me siento en uno de los cómodos sillones, cansada. Mariana y Laura trabajan y acompañan al grupo de los “dibujantes”, aunque creo que Mariana ya hizo algo de pintura también. Como fondo, un poema de Neruda sobre los zapatos. Mariana me tiende “Los zapatitos de rosa” de Martí. Este es uno de los poemas de mi infancia. Me pongo a leerlo en voz alta. Conforme voy leyendo, se va despertando el recuerdo: ¡Cómo me gustaba Martí! Me gusta ese lenguaje cubanísimo y universal, fluido, lleno de inteligencia y de ternura. Sin embargo, cuando llego al momento en que la niña encuentra a una madre con una nena enferma en brazos, la voz se me quiebra y siento las lágrimas surgiendo irremediablemente. Me es imposible continuar y Mariana retoma mi lectura. ¿Qué fibras tocó en mí este poema, en medio de esta algarabía, en medio de este momento de gran felicidad? Lo medito durante las largas horas de avión rumbo a Marruecos, dos días más tarde*… esto es harina de otro costal.

Sin embargo mi fisura personal no afectó en lo absoluto la máquina de pintar que hemos puesto en marcha. Hay quienes hasta pintan camisetas (una hermosa adolescente pinta las huellas de sus manos en una). Hay quienes preguntan cómo se hace el color café o el negro. Hay una joven madre con una niñita y una bebé. La bebé (año y medio) circula entre zapatos y botes de pintura, entre manos laboriosas y cuerpos sentados en el suelo. Me gustan esos rostros absortos, esos cuerpos inmóviles y a la vez en plena efervescencia.

Néstor se dedica también a registrar las entradas y salidas de libros, pues la actividad no impide que la Sala de Lectura continúe su vida. Algunos pintores terminan su obra y van a buscar libros en préstamo para la semana. Los zapatos terminados descansan afuera, secándose. Hay de todo: pointes de ballet con rayas naranja y verde atravesándolas, un zapato negro que ahora es la cabeza de un negrito con una boca enooorme, camisetas pintadas con manos y con corazones, sandalias psicodélicas…

Terminamos con la pequeña reflexión sobre el taller. Todos dicen estar muy satisfechos.
Quizá les hubiera gustado tener más tiempo para diferentes actividades, no sólo una por persona.
Néstor me presenta entonces más formalmente. Surgen preguntas: ¿Cómo es mi Sala? ¿Dónde está? ¿Cuántos niños van? ¿Qué libros les gustan? Me siento muy a gusto entre tanta curiosidad, tanta gentileza y también tanta sed de aprender cosas nuevas. Les digo esto. Es un momento de gran emoción.
Más o menos a las nueve y cuarto sale el último asistente. Néstor, Laura, Mariana y yo vamos a cenar unos tacos a la vuelta. Mariana toma el volante a las diez.
LGB

Presentación:
La Sala de Lectura Justita Arenas se localiza al sur-oriente del DF, en Tlàhuac. Existe desde el año 2000 y fue fundada por Néstor Ramírez Peña, en su propia casa. Atiende a la gente de la comunidad y cuenta ya con más de 6000 volúmenes. Dice de ella su fundador: “La Sala busca el desarrollo de la vida interior, a través de generar y descubrir intereses propios en niños, jóvenes y adultos; el fomento de la curiosidad y las preguntas personales acerca de los relatos, el establecimiento de lazos y puentes entre lo que ocurre en las historias y lo que ocurre en la vida familiar, privada y comunitaria de los lectores, las posibilidades de dialogar ampliamente a partir de lo leído y eventualmente la escritura de historias que parta de la voz propia. Todas son prácticas constantes. Una pretensión es incorporar los actos lectores a la cotidianidad de la comunidad”.

Geneviève Patte habla de esta Sala:
"Desde hace casi 10 años conozco el trabajo y las reflexiones de Néstor Ramírez y tengo desde entonces una gran admiración por sus logros a favor de la lectura para los niños. He visitado su Sala de lectura varias veces, con algunos años de diferencia y he podido constatar que se encuentra siempre en un estado de continuo desarrollo. Su trabajo es voluntario y sus medios financieros casi inexistentes. Sin embargo, varias veces por semana, esta “biblioteca” se abre a los vecinos del barrio, entre las 6 y las 8 de la noche. Hace algunos meses, tuve la fortuna de estar con ellos y tuve el sentimiento de descubrir allí un nuevo tipo de biblioteca, particularmente adaptado a las necesidades de barrios en dificultad. Este centro sitúa la lectura en el corazón mismo de la vida, de la manera más natural… "
París, 2009

*las fotos que tomé en esa sesión memorable las dejé por accidente, sin posibilidad de recuperarlas…en Marruecos. Disculpas a los lectores, los dejo imaginar…y les brindo a cambio una foto de zapatos de colores.

lundi 24 août 2009

RESEÑA DE UN FAVORITO


(version francaise, à la suite)

LA PEOR SEÑORA DEL MUNDO
Francisco Hinojosa
FCE, 48 pp.
Ilustrado por El Fisgón
por LGB
¿Cómo hablar, cómo seguir hablando de un libro que ha recibido mil honores y sobre todo el honor de gustar tanto a los lectores, jóvenes y no tan jóvenes?

Pues puedo hablar de él desde la perspectiva personal, desde mi propia historia. Esta pequeña novela (o cuento, como se prefiera) ha sido una de las obras más leídas en mi Sala de Lectura, y la hemos repuesto ya varias veces, pues se ha perdido o deteriorado de tanto circular. La he leído en plan muy íntimo, a uno o dos niños; en los salones de la escuela primaria; en algún evento público; puedo afirmar que todos, desde los niños más pequeños hasta los pre-adolescentes la adoran. No sé si es el libro más leído de mi Sala, casi diría que sí.

¿Por qué la historia de una mujer gruñona, gorda, fea y mala fascina tanto? ¿Es el ridículo de la situación? ¿La mofa gentil? ¿La risa que provocan sus maldades? ¿Será una risa nerviosa?

La peor señora del Mundo es una mujer que vive en un pueblito muy parecido al mío. Se dedica a hacerles la vida pesada a todos, desde sus hijos hasta los vecinos y la gente que apenas la conoce. Llega un momento en que la paciencia y la bondad de los que la rodean se terminan y ella se encuentra sola, vagando por el pueblo desierto, sin más compañía que una paloma, a quien convence de que lleve un mensaje para que los demás vuelvan y la perdonen… A partir de allí, surge una serie de hilarantes situaciones en las que los habitantes del pueblo se las ingeniarán para obligarla a hacer lo contrario de lo que ella pretende…

¿Con quién nos identificamos cuando leemos “La peor…”? ¿A quién reconocemos? ¿Por qué nos da risa el que la mala mujer arranque mechones a la melena del más feroz león?

La historia está tan bien construida e ilustrada, que hace que cada momento sea algo en extremo gozoso. Los niños y jóvenes lo sienten y claro, como a todos nos gusta reír, quieren seguir riendo al dar vuelta a la página. El formato y la ilustración en blanco y negro aportan mucho al libro. Tiene la longitud precisa y las imágenes que tiene que tener. Ni más ni menos. El lenguaje es accesible y tiene lo que en francés se diría second dégré, que es la distancia necesaria para poder reír de algo, pero sobre todo para reírse de uno mismo. Es ahora un clásico, y un clásico nunca es tarde para recomendarlo.

Cuando lo traduje al francés (para un proyecto que aún no ve el día), me pareció que tiene la madera para algo universal porque a pesar de que pude ver el gran éxito que tuvo en mi pueblo, el texto aguanta la traducción, la atraviesa y sale intacto, con la misma dosis de risa, con la misma dosis de absurdo y de ligereza que en su idioma original.

http://www.fondodeculturaeconomica.com/

LA PIRE MADAME AU MONDE
(La peor Señora del Mundo)
Francisco Hinojosa
Fondo de Cultura Económica, México,
48 pp.
Ilustrado por El Fisgón

Comment parler d’un livre qui a reçu mille honneurs et surtout l’honneur de beaucoup plaire aux lecteurs, jeunes et moins jeunes?

Eh bien, je peux en parler depuis un angle personnel, depuis ma propre histoire de promotrice de lecture. Ce petit roman (ou longue nouvelle, comme on préfère), a été un des livres les plus lus dans ma Salle de Lecture et on a dû le racheter plusieurs fois car il a été plusieurs fois perdu ou abîmé, tellement il a circulé. J’ai fait des lectures intimes pour un ou deux gamins, des lectures dans les salles de classe de l’école primaire, ou des lectures lors d'événements publics. Je peux affirmer que tous les enfants, des plus petits jusqu’aux pré-ados, l’adorent. Je ne sais pas si c’est le livre le plus lu dans ma Salle, mais je pourrais presque l'affirmer…

Pourquoi l’histoire d’une bonne femme grognon, grosse, laide et méchante nous fascine-t-elle autant? Est-ce le ridicule des situations? La gentille moquerie? Le rire que provoquent ses méfaits?

La pire Madame au Monde habite dans un village qui ressemble beaucoup au mien. Elle passe son temps à rendre la vie impossible à tout le monde: ses enfants, ses voisins, et même aux gens qu’elle ne connaît pas. Arrive le moment ou la patience et la bonté de tous ceux qui l’entourent s'épuisent et elle se retrouve toute seule à vagabonder dans le rues désertes, sans autre compagnie qu’une colombe, qu’elle convainc de porter un message pour que les autres reviennent et lui pardonnent tout. A partir de là, surgit une série de situations hilarantes dans lesquelles les habitants du village s’arrangeront pour lui faire faire juste le contraire de ce qu’elle veut…

A qui nous identifions-nous quand nous lisons “La pire…”? Qui reconnaissons-nous? Pourquoi cela nous fait-il rire que la méchante arrache des touffes de poil de la crinière d’un lion?

L’histoire est tellement bien construite et illustrée, qu’elle fait de chaque moment quelque chose d'extrêmement joyeux. Les enfants et les jeunes le savent et, comme nous aimons tous rire, ils veulent tourner la page et continuer de rire. Le format et les illustrations en noir et blanc apportent beaucoup au livre. Il a la longueur et le nombre d’images qu’il faut, ni plus ni moins. Le langage est accessible et il possède un bon deuxième degré, la distance nécessaire pour rire de quelque chose, surtout de soi-même. C’est maintenant un classique, et il n’est jamais trop tard pour recommander un classique.

Quand je l’ai traduit au français (pour un projet qui ne voit pas encore le jour), il m’a semblé qu’il a l’étoffe de l’universel, parce que si bien j’ai vu le succès qu’il a eu dans mon village, une fois traduit, le texte tient la route, la traverse et en ressort intact, avec la même dose de rire, d’absurde et de légèreté qu’en espagnol.

mardi 18 août 2009

SESION EN EL CENTRO DE DETENCIÓN PARA MENORES



THE ARRIVAL, Shaun Tan
Levine Books/Scholastic, 2006
(aparecido en México como EMIGRANTES, Océano, 2007)

REGISTRO DE UNA SESIÓN DEL TALLER DE LECTURA en el Centro de Detención para Adolescentes, Guanajuato, México.
por
Lirio Garduño-Buono

Tenía unas ganas locas de trabajar con este libro, porque es uno de mis preferidos. No forma parte del acervo de mi Sala de Lectura, sino de mi acervo personal por eso estuve dividida entre el miedo egoísta de que se maltratara y las ganas de compartirlo. Ganaron estas, como siempre que tengo material de calidad. Una de las cosas que me parecen más importantes en este trabajo, es el brindar a los chavos de mi taller del Tutelar libros buenos, o como en este caso, excelentes.

Este libro reúne, a mi ver, muchas de las cosas que encantan a mis participantes: un tema que les es familiar pero tratado de la manera más exótica posible, imágenes extraordinariamente evocadoras, ausencia de texto, una trama bien construida, una edición de primera. Así que armada con esto, realicé la sesión que narro en seguida:

8 de octubre.
Empecé con el grupo de preparatoria, adolescentes entre 16 y 18 años.
Estuvieron presentes Bruno, Oscar, Abraham, Jonathan, Teodoro, José (de nuevo ingreso), Ezequiel. Luego llegaron Myriam y Mónica.
Antes que nada, preguntas: ¿Qué es un migrante? ¿Un inmigrante? ¿Un emigrante? ¿cuál es la diferencia entre estas tres palabras?. Muy pronto, todos quisieron hablar, porque se trata de un tema que les es conocido. Aún cuando la mayoría de ellos declaró no haber emigrado nunca, todos tienen parientes o amigos que lo han hecho. En el caso de Mónica, ella sí fue a E.U y nos contó cómo fue cruzar la frontera, caminar tres días con el pollero hasta una camioneta y ser conducidos a algún aeropuerto para llegar a Raleigh. Fue a reunirse con su papá. La primera vez no pudo pasar, la segunda sí.
El libro de Shaun Tan causó verdadera sorpresa porque todos dijeron que era un libro “que no se podía leer”. “Y, ¿por qué no se puede leer?”, pregunté. “Pues porque no tiene letras”. “Y, bueno, ¿necesitan letras para entender un manga, una foto, una pintura, una historieta?”

Pedí que leyeran los capítulos I y II y luego escribieran una narración relativa a las imágenes. Se dividieron en grupos de dos o tres; Teodoro trabajó solo.
Como siempre, Oscar y Bruno estaban juntos. Empezaron a recorrer las imágenes sin mucho interés y echaban una ojeada de vez en cuando a una revista que les traje, más interesados por la moda y el diseño de la revista que por la historia de Tan. Poco a poco se fueron metiendo hasta estar del todo adentro. A Teodoro no le costó mucho trabajo. Estaba en su mundo, reservado y tranquilo como siempre; observó primero minuciosamente para ponerse luego a escribir.
Casi todos me llamaron para que les “explicara” la primera y la segunda páginas, en las cuales aparecen los objetos de la casa aislados (pajarita de papel, tetera, reloj, taza, etc.). Les hice ver que cada uno de esos objetos está en la imagen siguiente, que ocupa toda la página 4. Pregunté qué hacían esas personas, cómo era su casa, su situación social... Poco a poco se fue disipando la angustia de “leer” un libro diferente y cada uno fue armando la historia, primero en su cabeza, luego sobre el papel.
José, el chavo nuevo, se integró de inmediato. Para Mónica también era el primer taller. Ambos estaban en la misma mesa con Ezequiel y Myriam, y aunque trabajaron por separado, había comunicación entre ellos. Dos chavas y dos chicos alejándose, coincidiendo, intercambiando y haciendo su trabajo con elementos comunes o con ideas distintas, cada uno según su propia experiencia y sus propias posibilidades.

En el resto del grupo, muchos quisieron que yo les explicara el capítulo II, donde se habla de la llegada e instalación del protagonista a su nuevo país. Animé a Mónica a hablar de cómo se sintió cuando llegó a EU, de si las cosas le parecían no sólo nuevas sino extrañas. Sí, dijo, todo era muy raro, empezando por la gente: yo nunca había visto negros.
Jonathan y Abraham no escribieronl narración. Se leyeron el libro completo, en eso pasaron toda la sesión. Les pedí que escribieran por lo menos sus opiniones, y aquí están:
“Me gustó porque habla sobre experiencias de personas y porque tú solo haces la historia. Postdata, está muy divertido”,Jonathan
Abraham: “Me gustó porque me pareció muy fantasioso (sic) porque al ir a otro lugar todo se te hace muy raro.
Está muy chidoooo.”

En el grupo de secundaria, pasó lo mismo. Fue interesante porque hubo dos chavos que no quisieron trabajar con los demás: Daniel tomó el libro de pinturas de Gallardo (pintor de Guanajuato), y se puso a verlo con gran interés durante toda la hora. A veces preferimos los libros espejo a los libros ventana. ¿O algo le molestaría en el libro de Tan? Nunca lo sabré.
Josué tampoco quiso participar, se puso a leer en la Biblia, el Apocalipsis.
Es claro para mí que mientras los participantes lean y comenten sus lecturas, no tengo objeción a que encuentren otros temas de interés.
Volviendo a nuestra lectura principal, algo que muchos de ellos comentaron fue que les gustó el aspecto viejo y usado del libro de Tan, la imagen en sepia, ese lado a la vez nostálgico y familiar. En el lomo, se ve un parche y a veces el papel parece haber sufrido humedad o roturas. Este trompe l’oeil les fascinó.

Algunos trabajos de esta sesión:
“En una casa había una familia pobre. Samuel cerró su maleta, su esposa le tomó la mano tristemente. Vanesa despertó a Michelle y le dio de desayunar. Michelle vio una maleta, luego Samuel se arregló, Vanesa y Michelle hicieron lo mismo. Michelle le dio la maleta a su padre, Samuel la tomó y salieron de su casa, Michelle no entendía adonde iban.
Samuel ve al salir que el lugar donde viven es triste, solitario, lúgubre, muy tenebroso y peligroso (sic).
Samel sabía que tenía que irse para establecerse en otro lado y trabajar y sacar de la pobreza a su familia, aparte de que se sentía amenazado.
Llegaron a la estación (sic) del tren, Michelle se le quedó viendo a su padre con mucha tristeza porque ahora entendía adonde iba y las iba a dejar solas. Se quedó triste al no poder detener a su padre. Él le dijo que no se preocupara, que iba a regresa y le dio una paloma de papel que él había hecho y Michelle le dio un abrazo.
Vanesa al verlos, soltó el llanto y abrazó a Samuel.”
Teodoro, (16)

Myriam y Mónica (15 años):
En una casa muy vieja vivía una niña llamada Emili, vivía con sus padres. Ella era muy feliz porque tenía mucho amor, aunque no iba a la escuela ni tenía compañeros pero (ella) era feliz. No sabía que sus papás tenían problemas, no se imaginaba por lo que estaban pasando. Un día en la mañana Emili se encontraba dormida y escuchó una discusión, se levantó y les preguntó a sus papás que qué pasaba. Su mamá le dijo que nada y que se sentara a desayunar. Entonces vio una maleta debajo de la mesa y le preguntó a su papá que qué era eso y él se sentó con ella a platicar, le dijo que la quería mucho y que nunca se iba a olvidar de ella y ella preguntó por qué le decía eso y él le dijo que tenía que irse a trabajar porque quería meterla a estudiar y quería darle de comer lo que le gustaba y ella le contestó que no le importaba tener lo mejor sino estar con él pero él le dijo que la quería mucho y que siempre iba a ser su princesa, entonces la mamá abrigó a la niña para acompañarlo en la noche a tomar el tren, salieron de la casa, caminaron por las calles oscuras y tenebrosas, veían una sombra de un animal salvaje, había mucha neblina, recorrieron muchas calles pero finalmente llegaron a la parada del tren. La niña estaba muy triste porque veía a su papá con la maleta; él sólo se agachó y la abrazó y le dijo: “Te amo, Emili, eres todo para mí”. Se quitó el sombrero y estaba un pajarito de papel precioso y le dijo que con ese pajarito lo iba a recordar y que cada que lo viera recordara que él iba a estar con ella por siempre. Su esposa empezó a llorar, la abrazó y le dijo que la amaba y que nunca la iba a olvidar. Subió al tren y partió. Esta historia continuará...

Dos versiones diferentes de la misma historia. En la primera, más breve, la historia se cuenta sin demasiados adornos ni diálogos. En la segunda, mucho más detallada, vemos cómo las palabras que se dicen unos a otros los personajes son muy importantes.
Es evidente que esta sesión despertó recuerdos cercanos y también suscitó una reflexión. Pero lo que más me gustó, fue el recibimiento dado a este libro que, como dije, es uno de mis favoritos.

Lirio GB, Sn. Isidro, Gto,
Oct. 2008

THE ARRIVAL, Shaun Tan
Levine Books/Scholastic, 2006
(appeared in México as EMIGRANTES, Océano, 2007)

RECORD OF A SESSION IN THE READING WORKSHOP AT THE DETENTION HALL FOR ADOLESCENTS (DGRSA), Guanajuato, Mexico.
by
Lirio Garduño-Buono

I really wanted to work with this book, maybe because it is one of my favorites. It is not a part of the regular collection of my reading room, but rather one of my personal books. I was divided between being afraid that the book might physically suffer, and my great desire to share it with my students. This proved to be stronger because it is such a wonderful book. One of the priorities in my work, is to offer good books to the teenagers participating in my workshop. And if possible, excellent books, like this one.

This book has many things that my students like: a subject that is familiar to them, but treated in the most exotic form, incredibly evocative images, no text at all, a well constructed plot, a beautiful edition. With all this to offer, I could meet my students and have the session whose description follows:

8th October.
I started with a group from the Second year of High School, adolescents between 16 and 18 years old.
They were:
Bruno, Oscar, Abraham, Jonathan, Teodoro, José (a new one), Ezequiel. Myriam and Mónica, arrived later.

Warm-up with questions: What is a migrant? An immigrant? An emigrant? What is the difference between these three words?. Very soon, all the participants wanted to talk, because it is a theme well known to them. Most of them have never migrated, as they said, but they all have relatives or friends who havedone so. Mónica (16) told us that she went to the USA twice, and told us about her experience of crossing the border, walking during three days with the pollero (smuggler of illegal immigrants), getting to a truck that brought them to an airport, finally arrived in Raleigh (she couldn’t say in which State this town is located). She went to the USA to meet her father. The first time she couldn’t make it; the second, she did.

Tan’s book caused a genuine surprise because they all said that “it is a book that cannot be read”. And, Why not?, I asked. “Because it doesn’t have any words”. “And do you need words to understand a Comic, a photograph, a painting?” I replied.

I asked them to read then, chapters 1 and 2, and to write a story related to the images. They organized in groups of two or three; only Teodoro worked alone. As always, Oscar and Bruno were together. They began to look at the images, at first with little interest. Bruno was also looking at a magazine (he loves fashion and design. I am not sure when it happened, but there was a moment in which they were both completely inside Tan’s story…

For Teodoro it was easier. As always, he was in his own world, very quiet and reserved. For a long time he just looked and suddenly began to write.

In almost all the other groups, the guys asked me to “explain” the first and second pages, in which isolated objects of the house appear (paper bird, tea pot, clock, cup, etc.) I pointed out that each one of these objects was present on the following page. I asked them if they could say what do these people were doing, if they were poor or rich, if their situation was sad or happy.. Gradually, the fear of “reading” this different kind of book disappeared and each participant was able to build his or her own story, first in his or her head, then writing it down.

José, the new guy, integrated immediately. For Mónica it was also the first session with us. They were both at the same table with Ezequiel and Myriam, and although they worked separately, they were communicating all the time. The two girls and the two boys were drawing closer from one another and pulling away from one another, interacting, having points of coincidence; working together with common elements and experiences, different ideas, each one of them with his or her own possibilities.

In other groups, they wanted me to explain the second chapter, in which Tan draws the arrival of the main character in his new country. I encouraged Monica to talk about how she felt when she arrived in the USA, if things were familiar to her or not… Yes, she said, everything was very weird to me, starting with the people: for instance, it was really strange to see black people, because I had never seen people like that in Mexico…

Jonathan and Abraham didn’t write. They just took the book and read it from beginning to end. They spent the whole session doing that. I asked them to write at least their opinions about the book. Here they are:
“I loved it because it talks about experiences of people. And also because it’s up to you to invent the story, the text. PS.- and it is fun!”,Jonathan
Abraham: “I liked it because there was a lot of fantasy in it and because when you go to another place or country everything is weird. It’s really
cooool!.”

With the next group, junior high (adolescents between 14 and 16) the same thing happened. There were two guys that didn’t want to work with the others. Daniel took a book of paintings by Jesús Gallardo (painter from Guanajuato) and pored over during the whole hour. It makes me think that sometimes we prefer Mirror/books (reflecting our own reality) to Window-books (other realities). Maybe something bothered him in Tan’s book. I will never know.

Another boy, Josué, didn’t want to participate either. He read the Apocalypse in The Bible. My philosophy is that if certain participants find other more appealing readings in the library, I don't force them to work with the rest of the group.

But, to return to our main reading, one thing that some of the participants liked and talked about was the aspect of the book: old, worn out, the images in sepia, something that provokes a feeling which is nostalgic and yet familiar. On one side, we can see a patch and in some places the paper seems to have suffered from humidity and torn-out pages. This kind of trompe l’oeil fascinated them.

Here, some of their writings:

Teodoro, (16)
“In a house, there was a poor family.
Samuel closed his suitcase and his wife took his hand sadly. Vanesa woke Michelle up and gave her breakfast. Michelle saw the suitcase; then Samuel got ready and Vanesa and Michelle did the same. Michelle gave the suitcase to her father. Samuel took it and they went out of their home.
Michelle didn’t understand where they were going. Once they were outside, Samuel observed that the place where they live is sad, lonely and dangerous.
Samuel knew that he had to go to settle in another place and work and pull his family out of poverty. He also felt threatened.
They arrived to the Station and Michelle stared at her father very sadly because now she understood that he was leaving and he was going to leave them by themselves. She was sad because she was unable to prevent him from leaving. He told her not to worry, he told her he would come back and gave her a paper dove that he had made. Michelle gave him a big hug. When Vanesa saw them, she began to cry and embraced Samuel.”


Myriam and Mónica (15 years):
In a very old house, there was a girl named Emili, who lived with her parents. She was very happy because she had a lot of love even if she didn’t go to school or have any friends… she was happy. She didn’t know that her parents had problems, she didn’t imagine what they were going through. One morning, Emili was still asleep and she heard a conversation; she woke up and asked her parents what was going on. Her mother told her “nothing”, and told her to have breakfast. Then she saw a suitcase under the table and asked her father “what is that?”. Her father began to talk to her, he said he loved her very much and he would never forget her. She asked him why was he saying all that and he said that he had to go and find work elsewhere so she could study and eat what she liked. She said that it was not important to have good things, that she just wanted to be with him and he said that he loved her and that she would always be his princess.
Then, the mother put Emili warm clothes on and they went out with him in the night, to take the train. They went out of the house, walked in dark and sinister streets; they could see the shadow of a wild animal, there was much fog. They went through many streets and finally arrived at the Station. The girl was so sad just to see her father with the suitcase. He just leaned down and kissed her, saying: “I love you, Emili, you are everything to me”. He took his hat off and there was a tiny bird, made of paper. He said that with that bird she could remember him and each time she would know that he would be with her forever. His wife began to cry; he embraced her and said he loved her. He boarded the train and left. This story is to be continued…

Two different versions of the same story. In the first one, briefer, the story is told without much ornaments or dialogs. In the second one, more detailed, we can see how the words spoken between the characters are very important, even if the technique of the dialog is far from perfect.

It is evident that this session awoke intimate memories and also provoked much reflection. But what pleased me more than anything was the welcome given to this book that is now one of my personal favorites.

Lirio GB, Guanajuato,México, 2008-2009
(translated by Lirio Garduño and Ana Cervantes)

LIRIO GARDUÑO-BUONO Mexican-French Poet and painter
liriojp01@hotmail.com Apartado 54, 36000 Guanajuato, Gto.
045 104 32 09