lundi 24 mai 2010

APUNTES SOBRE OBSTACULOS E INTIMIDAD EN LA LECTURA


(extracto de la ponencia del 23 de mayo 2010 en el foro "Cultura Escrita, un Derecho Ciudadano", Fenal, León Gto.)
Lirio Garduño-Buono
¿Por qué en México le tenemos tanto miedo a los libros, a lo escrito, a lo impreso?
En la mayoría de los programas de promoción de la lectura, existe toda una variedad de actividades destinadas a “valorizar el acto de la lectura y a promover un acercamiento a los libros”, tales como teatro de títeres, narración oral o cuentacuentos, teatro de calle, dramatizaciones de textos literarios, ejercicios de respiración, yoga, vocalización, comunicación creativa, cursos de expresión corporal, etc. etc... Sin pretender quitarle su mérito a las anteriores actividades, creo que esto refleja bien el tremendo miedo y la distancia que nos separa, como pueblo, de la cultura escrita: le estamos dando la vuelta al libro, en lugar de agarrarlo por los cuernos. Todo distractor nos resulta mejor que el encuentro directo.
Es evidente que somos una cultura de la oralidad y que ésta, como toda manifestación primigenia, es importantísima. La cultura oral es también el vestigio de un mundo casi extinto, y como tal debe cuidarse. Pero también es evidente que es la cultura escrita la que permite el acceso a la información y que estar fuera de ella significa estar de alguna manera fuera del mundo. No hay ninguna garantía que quien vive únicamente en la oralidad pasará después a la cultura escrita. El libro es, en sí, un fenómeno que ha de enfrentarse, a mi ver, sin escalas. No le tengamos miedo. Si bien algunos libros muerden, su mordedura, como la de algunos vampiros, bien vale la pena...

Las bibliotecas y la no-promoción del libro
Las bibliotecas: centros del saber, donde el libro tendría que estar en el centro de la acción. Muchas de ellas no ayudan en absoluto: basta darse una vuelta por algunas bibliotecas de nuestras ciudades: locales tristes, sucios, desorganizados; libros decrépitos, obsoletos, y hasta con hongos. Encima de eso, inaccesibles. Habría que aprender la diferencia entre guardar basura y conservar el patrimonio.
El bibliotecario como guardián de dicho patrimonio debe impedir a toda costa el acceso del lector al libro. Cuando la infraestructura existe, no existe la formación de bibliotecarios como verdaderos lectores y consejeros de los lectores. Hay, desde luego, una formación técnica del bibliotecario, pero no la del bibliotecario lector. Esto debería ser una condición para su reclutamiento.
Por fortuna existen recientes y felices excepciones, bibliotecas que no sólo son lugares de consulta sino lugares para verdaderos momentos pasados y disfrutados con los libros, lugares para vivir, para soñar, para quedarse suspendido en el tiempo y en el espacio...

Las librerías-
En mi ciudad, sólo una de las tres existentes es buena y está coordinada por una persona capacitada y abierta; en las otras dos, libros caros, selección deficiente, mala atención al cliente, cero consejo, precios arbitrarios. Por otra parte, los libros de las instituciones y de las editoriales no se promueven o se promueven de manera confidencial. El mercado de mi ciudad es, en resumen, pobre. Algo paradójico cuando pensamos en la gran calidad (y cantidad) de la producción editorial actual.

Los intelectuales.
Acumular libros en casa. Tenerlos bien guardados y sobre todo, no compartirlos con nadie. Presumir que la propia biblioteca es mejor que la de fulanito o la de tal institución. Es por eso que entre las personas que menos se sublevan contra la escacez de bibliotecas o de librerías en Guanajuato están los intelectuales. Entre la gloria y la comodidad, ven desde arriba a los demás y les hacen sentir la superioridad del que sabe. No son los mejores promotores ni del libro ni de la lectura, aunque de alguna manera es comprensible, pues están aquí para pensar y producir, no para promover...pero a falta de mejores promotores... Finalmente, el incremento en el número de lectores estaría entre sus intereses directos porque representa venta, difusión y...fama.

La escuela y su no-promoción del libro.
En una intervención reciente, Felipe Garrido afirmó que “La SEP tendría que tomar en serio la formación de lectores y no sólo promover un programa de compra de libros...”, hablando de las Bibliotecas Escolares y de Aula de la SEP. Los libros son caros. Cuesta cara la selección del acervo por un grupo de personas especializadas en todas las disciplinas. Cuestan caras las ediciones especiales para la SEP, su transporte, su distribución. Los libros cuestan y por eso los maestros los cuidan, con frecuencia hasta el extremo de no usarlos. Hay una amenaza que pesa sobre ellos al final del año escolar, cuando deben hacer el inventario y entregar los libros completos y en buen estado. ¿Qué pasa si se prestaron, -como debe ser-, si se mojaron, si se perdieron, si se les cayeron páginas? El maestro debe pagarlos...
Por otro lado, no existe ninguna formación para los maestros en cuanto a la utilización de estas bibliotecas escolares y de aula. Sin hablar de la nula promoción de la lectura HACIA los maestros, para formarlos como lectores (que no lo son). Dice G. Patte: “el placer, tanto como el aburrimiento, se transmite...La debilidad de los adultos pedagogos, es a menudo exigir a los niños una actitud ante la lectura que ellos mismos no son capaces de asumir. La actitud adecuada en un educador es la de reflexionar acerca de su propia práctica, acerca de su manera de vivir sus lecturas y su cultura personal”. Es evidente que esta reflexión representa un arduo trabajo de introspección que no todos los maestros pueden hacer por sí mismos.
¿Cómo se vive la lectura en la escuela? Es un instrumento de alfabetización ante todo; el poder descifrar signos sobre el papel. La lectura por el placer de leer solo una historia, de escucharla leída en voz alta por la maestra, los papás o los compañeros... por desgracia constituye una situación excepcional.
En la secundaria, existen las lecturas obligatorias. Un libro para todos. ¿Con qué derecho obligar a todo un grupo de personas con distintos gustos, inclinaciones, contextos socio-económicos, experiencias, a leer lo mismo?

El libro como objeto. Como objeto de deseo
¿Cómo acercarse a la lectura? Acercándose a los libros. El acercamiento al libro, mientras más temprano, mejor. Pero si por alguna razón esta relación temprana no se dio, si perdimos, como dijo Geneviève Patte, la “cita con la lectura”, no importa. Nunca es tarde para recobrarla.
Por otro lado, en México todo se hace en grupo y hacia afuera. Lo que es íntimo, secreto, privado está mal visto. Es quizá por el tremendo poder de la religión sobre la vida de la gente, quizá porque el poder político ve con recelo a quienes en su rincón toman iniciativas, hacen cosas fuera del discurso oficial...
La lectura no sólo reivindica el derecho a la privacidad sino que lo exige. No hay lectura sin privacidad. No hay amor sin intimidad. La intimidad está ligada siempre a un individuo o a un grupo pequeño de personas. Los actos multitudinarios son lo contrario de la intimidad. Y en la intimidad, está el deseo. Como todo objeto de deseo, el libro debe ser atractivo, corresponder a mi fantasía, a mi anhelo, a mis necesidades. Y como todo objeto de deseo, el libro no es el mismo para todos.
Lo ideal es que el libro:
-Esté en el camino del lector
-Sea atractivo y variado
-Sea elegido libremente
-Pueda ser tocado, examinado, hojeado,
-Pueda ser rechazado
-Pueda llevarse al espacio privado.
-Pueda leerse o no
-Pueda comentarse y contarse a otros.
-Que su degradación no constituya un drama.

Aunque parezca poco serio, el acercamiento al libro pasa por el gusto, por el antojo, por el placer, por la intimidad. Observamos que este fenómeno oscila entre el espacio íntimo y el espacio público.Y creo que en esto del gusto, se incluye el respeto al otro, a lo que el otro es y a su libertad de escoger, tenga la edad que tenga, venga de donde venga.
Mientras la escuela, las bibliotecas, las instituciones y los propios intelectuales no tengan en mente esto, el libro seguirá siendo un objeto venerado y temible; le seguiremos dando la vuelta. También seguiremos, sí, narrando oralmente, haciendo funciones de títeres y de teatro de calle, ejercicios de respiración y yoga, pero no enfrentaremos directamente eso que parece tan sencillo y que en realidad es tan complejo: el acto de leer.

jeudi 20 mai 2010

DE LA SALA DE LECTURA DE MAGDA RIVERO, SONORA





Qué pasó el 23 de abril en Desarrollo Social del Municipio de Hermosillo, Sonora
por Magda Rivero

(Conmemoración del Dia Mundial del Libro. Las fotos fueron tomadas por Mónica Neyoy, compañera de Desarrollo Social y por una servidora. El acomodo de los libros corrió a cargo de Lupita Guerrero, coordinadora de Sala de Lectura en la colonia Adolfo de la Huerta)

La actividad de mi Sala de Lectura consistió en llevar el acervo a mi trabajo, una oficina pública municipal, es decir la Direccion General de Desarrollo Social. Convoqué a mis compañeros de trabajo para que conocieran los libros que llevé y pudieran solicitarlos en préstamo. Hice una tarjeta para registrar sus nombres, el titulo del libro, la fecha en que se comprometen a devolverlo y su firma de compromiso.
Desde que saqué la bolsa con libros, los compañeros del trabajo me fueron rodeando como niños traviesos; ¡uy yo necesito mas de una semana para leerlo ("Cien años de soledad", "apártame ese ("Cómo hablarle a los niños de sexo"),  !ah, yo tengo mis libros pero como envidio los tuyos!, ¡ah; este se los recomiendo: como perras bravas...esa frase me encanta (en referencia a "Las Soldaderas", de Elena Poniatowska") y "no has leído el libro de Nicolas Spark, tiene pelicula", ¿apoco tu ya los leíste todos, dijo otro compañero con cierto escepticismo....Aqui Paty López es una lectora consumada no hubo necesidad de hacer la introducción a la actividad porque ella conoce parte del acervo así que cuando sacaron el libro de Cien años de soledad su exclamación fue ¡ah me fascina la escena de la muerte de Ursula, cuando llueven florecitas!.... En fin fue una excelente experiencia y presté alrededor de 15 libros....así que en nuestro trabajo también tuvimos un feliz encuentro con los libros y la lectura.

Las personas que acuden a esta dependencia lo hacen tradicionalmente para solicitar algún apoyo; asistencia social diversa pero este dia se encontraron con la novedad de los libros. A algunos les regalé libros de mi colección personal como por ejemplo; a un par de señoras y un pequeño de 1 año y medio, al cual su abuelito le leyó dos libros mientras su esposa esperaba la atendieran en una gestión. "Le gustan mucho los barcos" me dijo su abuelito orgulloso. Andresito, el pequeño de un año y medio siguió atento la lectura del abuelito Carlos. Otras personas me preguntaron si podría conseguirles el vocabulario sonorense, de Horacio Sobarzo, me comprometí a tener un par de ejemplares para mayo. Luis Jaime Martínez, director de Desarrollo Social me dijo que ojalá le hubiera avisado con mas tiempo para compartir sus libros y que sería excelente que cada cierto tiempo programáramos este tipo de actividades para motivar la participación de los empleados. (excelente!)
La señora Maria Luisa Acuña, fue una de las personas de la comunidad que mostró mucho interés en los libros, de hecho, me mostró un libro que está leyendo, la lectura se ha convertido en su refugio y consuelo desde la muerte de su hijo y más recientemente, de su esposo. Maria Luisa, está encantada con la idea de iniciar un club de lectura en su casa. "Mira depende de cómo me sienta abro el libro, por ejemplo; en el capitulo de tristeza..." y ahi dice encontrar la respuesta. Maria Luisa se llevó en préstamo "Los sufrimientos de Puerto Esperanza", de Ernesto Munrro. "A mi me gustan mucho los libros que hablen de espiritualidad".

Esta historia continuará...

BREVE BIOGRAFÍA DE MAGDA COMO LECTORA

Magda Rivera Carrillo
Guaymas, Sonora, 1970.
Licenciada en Cs.de la Comunicación, promotora cultural y periodista.
Me inicié como promotora de lectura en el año 2000, a partir de entonces he desarrollado proyectos culturales y de fomento a la lectura para el Ayuntamiento de Hermosillo, con impacto en colonias populares y comunidades rurales. De manera independiente he desarrollado talleres y recitales literarios para instituciones culturales, asociaciones civiles y universidades.  La mayor parte de mi labor la he centrado en los públicos infantiles, seguido de los grupos de mujeres y jóvenes universitarios.

El origen de mi gusto por leer lo encuentro en un recuerdo de mi niñez y está muy unido a la imagen de mi padre, pescador por mas de 30 años en el puerto de Guaymas. Al regresar mi padre a casa de altamar dos generosos cargamentos se abrían a mis pies:
Uno: para delicia del paladar familiar, compuesto principalmente por pescados, camarones, calamares, langostas, jaibas.
Otro y este era para mi el más importante, oculto en un costal marinero para mi consumo exclusivo, las revistas "Clásicos de la literatura", "Selecciones", "Condorito", "El libro vaquero", "El libro policiaco", "Sentimental", "Denuncia", "Impacto", "Valle de Lágrimas" (aunque esta era una fotonovela para adultos)...un sinfín de historias que me hicieron navegar en las aguas de la imaginación en aquella infancia de los 70' s en mi querido barrio "Punta Arena".

 

samedi 8 mai 2010

FD 2010/04/19 - For Love of Reading

FD 2010/04/19 - For Love of Reading

Una entrevista formidable con Kath Keefe, de la radio australiana
Finaldraft: hablamos de Taschen, Tecolote, Shaun Tan, Nadja, Claude Ponti y
desde luego, de los niños y adolescentes lectores y de la importancia de brindarles
libros de calidad. (en inglés)