THE ARRIVAL, Shaun Tan
Levine Books/Scholastic, 2006
(aparecido en México como EMIGRANTES, Océano, 2007)
REGISTRO DE UNA SESIÓN DEL TALLER DE LECTURA en el Centro de Detención para Adolescentes, Guanajuato, México.
por
Lirio Garduño-Buono
Tenía unas ganas locas de trabajar con este libro, porque es uno de mis preferidos. No forma parte del acervo de mi Sala de Lectura, sino de mi acervo personal por eso estuve dividida entre el miedo egoísta de que se maltratara y las ganas de compartirlo. Ganaron estas, como siempre que tengo material de calidad. Una de las cosas que me parecen más importantes en este trabajo, es el brindar a los chavos de mi taller del Tutelar libros buenos, o como en este caso, excelentes.
Este libro reúne, a mi ver, muchas de las cosas que encantan a mis participantes: un tema que les es familiar pero tratado de la manera más exótica posible, imágenes extraordinariamente evocadoras, ausencia de texto, una trama bien construida, una edición de primera. Así que armada con esto, realicé la sesión que narro en seguida:
8 de octubre.
Empecé con el grupo de preparatoria, adolescentes entre 16 y 18 años.
Estuvieron presentes Bruno, Oscar, Abraham, Jonathan, Teodoro, José (de nuevo ingreso), Ezequiel. Luego llegaron Myriam y Mónica.
Antes que nada, preguntas: ¿Qué es un migrante? ¿Un inmigrante? ¿Un emigrante? ¿cuál es la diferencia entre estas tres palabras?. Muy pronto, todos quisieron hablar, porque se trata de un tema que les es conocido. Aún cuando la mayoría de ellos declaró no haber emigrado nunca, todos tienen parientes o amigos que lo han hecho. En el caso de Mónica, ella sí fue a E.U y nos contó cómo fue cruzar la frontera, caminar tres días con el pollero hasta una camioneta y ser conducidos a algún aeropuerto para llegar a Raleigh. Fue a reunirse con su papá. La primera vez no pudo pasar, la segunda sí.
El libro de Shaun Tan causó verdadera sorpresa porque todos dijeron que era un libro “que no se podía leer”. “Y, ¿por qué no se puede leer?”, pregunté. “Pues porque no tiene letras”. “Y, bueno, ¿necesitan letras para entender un manga, una foto, una pintura, una historieta?”
Pedí que leyeran los capítulos I y II y luego escribieran una narración relativa a las imágenes. Se dividieron en grupos de dos o tres; Teodoro trabajó solo.
Como siempre, Oscar y Bruno estaban juntos. Empezaron a recorrer las imágenes sin mucho interés y echaban una ojeada de vez en cuando a una revista que les traje, más interesados por la moda y el diseño de la revista que por la historia de Tan. Poco a poco se fueron metiendo hasta estar del todo adentro. A Teodoro no le costó mucho trabajo. Estaba en su mundo, reservado y tranquilo como siempre; observó primero minuciosamente para ponerse luego a escribir.
Casi todos me llamaron para que les “explicara” la primera y la segunda páginas, en las cuales aparecen los objetos de la casa aislados (pajarita de papel, tetera, reloj, taza, etc.). Les hice ver que cada uno de esos objetos está en la imagen siguiente, que ocupa toda la página 4. Pregunté qué hacían esas personas, cómo era su casa, su situación social... Poco a poco se fue disipando la angustia de “leer” un libro diferente y cada uno fue armando la historia, primero en su cabeza, luego sobre el papel.
José, el chavo nuevo, se integró de inmediato. Para Mónica también era el primer taller. Ambos estaban en la misma mesa con Ezequiel y Myriam, y aunque trabajaron por separado, había comunicación entre ellos. Dos chavas y dos chicos alejándose, coincidiendo, intercambiando y haciendo su trabajo con elementos comunes o con ideas distintas, cada uno según su propia experiencia y sus propias posibilidades.
En el resto del grupo, muchos quisieron que yo les explicara el capítulo II, donde se habla de la llegada e instalación del protagonista a su nuevo país. Animé a Mónica a hablar de cómo se sintió cuando llegó a EU, de si las cosas le parecían no sólo nuevas sino extrañas. Sí, dijo, todo era muy raro, empezando por la gente: yo nunca había visto negros.
Jonathan y Abraham no escribieronl narración. Se leyeron el libro completo, en eso pasaron toda la sesión. Les pedí que escribieran por lo menos sus opiniones, y aquí están:
“Me gustó porque habla sobre experiencias de personas y porque tú solo haces la historia. Postdata, está muy divertido”,Jonathan
Abraham: “Me gustó porque me pareció muy fantasioso (sic) porque al ir a otro lugar todo se te hace muy raro.
Está muy chidoooo.”
En el grupo de secundaria, pasó lo mismo. Fue interesante porque hubo dos chavos que no quisieron trabajar con los demás: Daniel tomó el libro de pinturas de Gallardo (pintor de Guanajuato), y se puso a verlo con gran interés durante toda la hora. A veces preferimos los libros espejo a los libros ventana. ¿O algo le molestaría en el libro de Tan? Nunca lo sabré.
Josué tampoco quiso participar, se puso a leer en la Biblia, el Apocalipsis.
Es claro para mí que mientras los participantes lean y comenten sus lecturas, no tengo objeción a que encuentren otros temas de interés.
Volviendo a nuestra lectura principal, algo que muchos de ellos comentaron fue que les gustó el aspecto viejo y usado del libro de Tan, la imagen en sepia, ese lado a la vez nostálgico y familiar. En el lomo, se ve un parche y a veces el papel parece haber sufrido humedad o roturas. Este trompe l’oeil les fascinó.
Algunos trabajos de esta sesión:
“En una casa había una familia pobre. Samuel cerró su maleta, su esposa le tomó la mano tristemente. Vanesa despertó a Michelle y le dio de desayunar. Michelle vio una maleta, luego Samuel se arregló, Vanesa y Michelle hicieron lo mismo. Michelle le dio la maleta a su padre, Samuel la tomó y salieron de su casa, Michelle no entendía adonde iban.
Samuel ve al salir que el lugar donde viven es triste, solitario, lúgubre, muy tenebroso y peligroso (sic).
Samel sabía que tenía que irse para establecerse en otro lado y trabajar y sacar de la pobreza a su familia, aparte de que se sentía amenazado.
Llegaron a la estación (sic) del tren, Michelle se le quedó viendo a su padre con mucha tristeza porque ahora entendía adonde iba y las iba a dejar solas. Se quedó triste al no poder detener a su padre. Él le dijo que no se preocupara, que iba a regresa y le dio una paloma de papel que él había hecho y Michelle le dio un abrazo.
Vanesa al verlos, soltó el llanto y abrazó a Samuel.”
Teodoro, (16)
Myriam y Mónica (15 años):
En una casa muy vieja vivía una niña llamada Emili, vivía con sus padres. Ella era muy feliz porque tenía mucho amor, aunque no iba a la escuela ni tenía compañeros pero (ella) era feliz. No sabía que sus papás tenían problemas, no se imaginaba por lo que estaban pasando. Un día en la mañana Emili se encontraba dormida y escuchó una discusión, se levantó y les preguntó a sus papás que qué pasaba. Su mamá le dijo que nada y que se sentara a desayunar. Entonces vio una maleta debajo de la mesa y le preguntó a su papá que qué era eso y él se sentó con ella a platicar, le dijo que la quería mucho y que nunca se iba a olvidar de ella y ella preguntó por qué le decía eso y él le dijo que tenía que irse a trabajar porque quería meterla a estudiar y quería darle de comer lo que le gustaba y ella le contestó que no le importaba tener lo mejor sino estar con él pero él le dijo que la quería mucho y que siempre iba a ser su princesa, entonces la mamá abrigó a la niña para acompañarlo en la noche a tomar el tren, salieron de la casa, caminaron por las calles oscuras y tenebrosas, veían una sombra de un animal salvaje, había mucha neblina, recorrieron muchas calles pero finalmente llegaron a la parada del tren. La niña estaba muy triste porque veía a su papá con la maleta; él sólo se agachó y la abrazó y le dijo: “Te amo, Emili, eres todo para mí”. Se quitó el sombrero y estaba un pajarito de papel precioso y le dijo que con ese pajarito lo iba a recordar y que cada que lo viera recordara que él iba a estar con ella por siempre. Su esposa empezó a llorar, la abrazó y le dijo que la amaba y que nunca la iba a olvidar. Subió al tren y partió. Esta historia continuará...
Dos versiones diferentes de la misma historia. En la primera, más breve, la historia se cuenta sin demasiados adornos ni diálogos. En la segunda, mucho más detallada, vemos cómo las palabras que se dicen unos a otros los personajes son muy importantes.
Es evidente que esta sesión despertó recuerdos cercanos y también suscitó una reflexión. Pero lo que más me gustó, fue el recibimiento dado a este libro que, como dije, es uno de mis favoritos.
Lirio GB, Sn. Isidro, Gto,
Oct. 2008
THE ARRIVAL, Shaun Tan
Levine Books/Scholastic, 2006
(appeared in México as EMIGRANTES, Océano, 2007)
RECORD OF A SESSION IN THE READING WORKSHOP AT THE DETENTION HALL FOR ADOLESCENTS (DGRSA), Guanajuato, Mexico.
by
Lirio Garduño-Buono
I really wanted to work with this book, maybe because it is one of my favorites. It is not a part of the regular collection of my reading room, but rather one of my personal books. I was divided between being afraid that the book might physically suffer, and my great desire to share it with my students. This proved to be stronger because it is such a wonderful book. One of the priorities in my work, is to offer good books to the teenagers participating in my workshop. And if possible, excellent books, like this one.
This book has many things that my students like: a subject that is familiar to them, but treated in the most exotic form, incredibly evocative images, no text at all, a well constructed plot, a beautiful edition. With all this to offer, I could meet my students and have the session whose description follows:
8th October.
I started with a group from the Second year of High School, adolescents between 16 and 18 years old.
They were:
Bruno, Oscar, Abraham, Jonathan, Teodoro, José (a new one), Ezequiel. Myriam and Mónica, arrived later.
Warm-up with questions: What is a migrant? An immigrant? An emigrant? What is the difference between these three words?. Very soon, all the participants wanted to talk, because it is a theme well known to them. Most of them have never migrated, as they said, but they all have relatives or friends who havedone so. Mónica (16) told us that she went to the USA twice, and told us about her experience of crossing the border, walking during three days with the pollero (smuggler of illegal immigrants), getting to a truck that brought them to an airport, finally arrived in Raleigh (she couldn’t say in which State this town is located). She went to the USA to meet her father. The first time she couldn’t make it; the second, she did.
Tan’s book caused a genuine surprise because they all said that “it is a book that cannot be read”. And, Why not?, I asked. “Because it doesn’t have any words”. “And do you need words to understand a Comic, a photograph, a painting?” I replied.
I asked them to read then, chapters 1 and 2, and to write a story related to the images. They organized in groups of two or three; only Teodoro worked alone. As always, Oscar and Bruno were together. They began to look at the images, at first with little interest. Bruno was also looking at a magazine (he loves fashion and design. I am not sure when it happened, but there was a moment in which they were both completely inside Tan’s story…
For Teodoro it was easier. As always, he was in his own world, very quiet and reserved. For a long time he just looked and suddenly began to write.
In almost all the other groups, the guys asked me to “explain” the first and second pages, in which isolated objects of the house appear (paper bird, tea pot, clock, cup, etc.) I pointed out that each one of these objects was present on the following page. I asked them if they could say what do these people were doing, if they were poor or rich, if their situation was sad or happy.. Gradually, the fear of “reading” this different kind of book disappeared and each participant was able to build his or her own story, first in his or her head, then writing it down.
José, the new guy, integrated immediately. For Mónica it was also the first session with us. They were both at the same table with Ezequiel and Myriam, and although they worked separately, they were communicating all the time. The two girls and the two boys were drawing closer from one another and pulling away from one another, interacting, having points of coincidence; working together with common elements and experiences, different ideas, each one of them with his or her own possibilities.
In other groups, they wanted me to explain the second chapter, in which Tan draws the arrival of the main character in his new country. I encouraged Monica to talk about how she felt when she arrived in the USA, if things were familiar to her or not… Yes, she said, everything was very weird to me, starting with the people: for instance, it was really strange to see black people, because I had never seen people like that in Mexico…
Jonathan and Abraham didn’t write. They just took the book and read it from beginning to end. They spent the whole session doing that. I asked them to write at least their opinions about the book. Here they are:
“I loved it because it talks about experiences of people. And also because it’s up to you to invent the story, the text. PS.- and it is fun!”,Jonathan
Abraham: “I liked it because there was a lot of fantasy in it and because when you go to another place or country everything is weird. It’s really
cooool!.”
With the next group, junior high (adolescents between 14 and 16) the same thing happened. There were two guys that didn’t want to work with the others. Daniel took a book of paintings by Jesús Gallardo (painter from Guanajuato) and pored over during the whole hour. It makes me think that sometimes we prefer Mirror/books (reflecting our own reality) to Window-books (other realities). Maybe something bothered him in Tan’s book. I will never know.
Another boy, Josué, didn’t want to participate either. He read the Apocalypse in The Bible. My philosophy is that if certain participants find other more appealing readings in the library, I don't force them to work with the rest of the group.
But, to return to our main reading, one thing that some of the participants liked and talked about was the aspect of the book: old, worn out, the images in sepia, something that provokes a feeling which is nostalgic and yet familiar. On one side, we can see a patch and in some places the paper seems to have suffered from humidity and torn-out pages. This kind of trompe l’oeil fascinated them.
Here, some of their writings:
Teodoro, (16)
“In a house, there was a poor family.
Samuel closed his suitcase and his wife took his hand sadly. Vanesa woke Michelle up and gave her breakfast. Michelle saw the suitcase; then Samuel got ready and Vanesa and Michelle did the same. Michelle gave the suitcase to her father. Samuel took it and they went out of their home.
Michelle didn’t understand where they were going. Once they were outside, Samuel observed that the place where they live is sad, lonely and dangerous.
Samuel knew that he had to go to settle in another place and work and pull his family out of poverty. He also felt threatened.
They arrived to the Station and Michelle stared at her father very sadly because now she understood that he was leaving and he was going to leave them by themselves. She was sad because she was unable to prevent him from leaving. He told her not to worry, he told her he would come back and gave her a paper dove that he had made. Michelle gave him a big hug. When Vanesa saw them, she began to cry and embraced Samuel.”
Myriam and Mónica (15 years):
In a very old house, there was a girl named Emili, who lived with her parents. She was very happy because she had a lot of love even if she didn’t go to school or have any friends… she was happy. She didn’t know that her parents had problems, she didn’t imagine what they were going through. One morning, Emili was still asleep and she heard a conversation; she woke up and asked her parents what was going on. Her mother told her “nothing”, and told her to have breakfast. Then she saw a suitcase under the table and asked her father “what is that?”. Her father began to talk to her, he said he loved her very much and he would never forget her. She asked him why was he saying all that and he said that he had to go and find work elsewhere so she could study and eat what she liked. She said that it was not important to have good things, that she just wanted to be with him and he said that he loved her and that she would always be his princess.
Then, the mother put Emili warm clothes on and they went out with him in the night, to take the train. They went out of the house, walked in dark and sinister streets; they could see the shadow of a wild animal, there was much fog. They went through many streets and finally arrived at the Station. The girl was so sad just to see her father with the suitcase. He just leaned down and kissed her, saying: “I love you, Emili, you are everything to me”. He took his hat off and there was a tiny bird, made of paper. He said that with that bird she could remember him and each time she would know that he would be with her forever. His wife began to cry; he embraced her and said he loved her. He boarded the train and left. This story is to be continued…
Two different versions of the same story. In the first one, briefer, the story is told without much ornaments or dialogs. In the second one, more detailed, we can see how the words spoken between the characters are very important, even if the technique of the dialog is far from perfect.
It is evident that this session awoke intimate memories and also provoked much reflection. But what pleased me more than anything was the welcome given to this book that is now one of my personal favorites.
Lirio GB, Guanajuato,México, 2008-2009
(translated by Lirio Garduño and Ana Cervantes)
LIRIO GARDUÑO-BUONO Mexican-French Poet and painter
liriojp01@hotmail.com Apartado 54, 36000 Guanajuato, Gto.
045 104 32 09
Levine Books/Scholastic, 2006
(aparecido en México como EMIGRANTES, Océano, 2007)
REGISTRO DE UNA SESIÓN DEL TALLER DE LECTURA en el Centro de Detención para Adolescentes, Guanajuato, México.
por
Lirio Garduño-Buono
Tenía unas ganas locas de trabajar con este libro, porque es uno de mis preferidos. No forma parte del acervo de mi Sala de Lectura, sino de mi acervo personal por eso estuve dividida entre el miedo egoísta de que se maltratara y las ganas de compartirlo. Ganaron estas, como siempre que tengo material de calidad. Una de las cosas que me parecen más importantes en este trabajo, es el brindar a los chavos de mi taller del Tutelar libros buenos, o como en este caso, excelentes.
Este libro reúne, a mi ver, muchas de las cosas que encantan a mis participantes: un tema que les es familiar pero tratado de la manera más exótica posible, imágenes extraordinariamente evocadoras, ausencia de texto, una trama bien construida, una edición de primera. Así que armada con esto, realicé la sesión que narro en seguida:
8 de octubre.
Empecé con el grupo de preparatoria, adolescentes entre 16 y 18 años.
Estuvieron presentes Bruno, Oscar, Abraham, Jonathan, Teodoro, José (de nuevo ingreso), Ezequiel. Luego llegaron Myriam y Mónica.
Antes que nada, preguntas: ¿Qué es un migrante? ¿Un inmigrante? ¿Un emigrante? ¿cuál es la diferencia entre estas tres palabras?. Muy pronto, todos quisieron hablar, porque se trata de un tema que les es conocido. Aún cuando la mayoría de ellos declaró no haber emigrado nunca, todos tienen parientes o amigos que lo han hecho. En el caso de Mónica, ella sí fue a E.U y nos contó cómo fue cruzar la frontera, caminar tres días con el pollero hasta una camioneta y ser conducidos a algún aeropuerto para llegar a Raleigh. Fue a reunirse con su papá. La primera vez no pudo pasar, la segunda sí.
El libro de Shaun Tan causó verdadera sorpresa porque todos dijeron que era un libro “que no se podía leer”. “Y, ¿por qué no se puede leer?”, pregunté. “Pues porque no tiene letras”. “Y, bueno, ¿necesitan letras para entender un manga, una foto, una pintura, una historieta?”
Pedí que leyeran los capítulos I y II y luego escribieran una narración relativa a las imágenes. Se dividieron en grupos de dos o tres; Teodoro trabajó solo.
Como siempre, Oscar y Bruno estaban juntos. Empezaron a recorrer las imágenes sin mucho interés y echaban una ojeada de vez en cuando a una revista que les traje, más interesados por la moda y el diseño de la revista que por la historia de Tan. Poco a poco se fueron metiendo hasta estar del todo adentro. A Teodoro no le costó mucho trabajo. Estaba en su mundo, reservado y tranquilo como siempre; observó primero minuciosamente para ponerse luego a escribir.
Casi todos me llamaron para que les “explicara” la primera y la segunda páginas, en las cuales aparecen los objetos de la casa aislados (pajarita de papel, tetera, reloj, taza, etc.). Les hice ver que cada uno de esos objetos está en la imagen siguiente, que ocupa toda la página 4. Pregunté qué hacían esas personas, cómo era su casa, su situación social... Poco a poco se fue disipando la angustia de “leer” un libro diferente y cada uno fue armando la historia, primero en su cabeza, luego sobre el papel.
José, el chavo nuevo, se integró de inmediato. Para Mónica también era el primer taller. Ambos estaban en la misma mesa con Ezequiel y Myriam, y aunque trabajaron por separado, había comunicación entre ellos. Dos chavas y dos chicos alejándose, coincidiendo, intercambiando y haciendo su trabajo con elementos comunes o con ideas distintas, cada uno según su propia experiencia y sus propias posibilidades.
En el resto del grupo, muchos quisieron que yo les explicara el capítulo II, donde se habla de la llegada e instalación del protagonista a su nuevo país. Animé a Mónica a hablar de cómo se sintió cuando llegó a EU, de si las cosas le parecían no sólo nuevas sino extrañas. Sí, dijo, todo era muy raro, empezando por la gente: yo nunca había visto negros.
Jonathan y Abraham no escribieronl narración. Se leyeron el libro completo, en eso pasaron toda la sesión. Les pedí que escribieran por lo menos sus opiniones, y aquí están:
“Me gustó porque habla sobre experiencias de personas y porque tú solo haces la historia. Postdata, está muy divertido”,Jonathan
Abraham: “Me gustó porque me pareció muy fantasioso (sic) porque al ir a otro lugar todo se te hace muy raro.
Está muy chidoooo.”
En el grupo de secundaria, pasó lo mismo. Fue interesante porque hubo dos chavos que no quisieron trabajar con los demás: Daniel tomó el libro de pinturas de Gallardo (pintor de Guanajuato), y se puso a verlo con gran interés durante toda la hora. A veces preferimos los libros espejo a los libros ventana. ¿O algo le molestaría en el libro de Tan? Nunca lo sabré.
Josué tampoco quiso participar, se puso a leer en la Biblia, el Apocalipsis.
Es claro para mí que mientras los participantes lean y comenten sus lecturas, no tengo objeción a que encuentren otros temas de interés.
Volviendo a nuestra lectura principal, algo que muchos de ellos comentaron fue que les gustó el aspecto viejo y usado del libro de Tan, la imagen en sepia, ese lado a la vez nostálgico y familiar. En el lomo, se ve un parche y a veces el papel parece haber sufrido humedad o roturas. Este trompe l’oeil les fascinó.
Algunos trabajos de esta sesión:
“En una casa había una familia pobre. Samuel cerró su maleta, su esposa le tomó la mano tristemente. Vanesa despertó a Michelle y le dio de desayunar. Michelle vio una maleta, luego Samuel se arregló, Vanesa y Michelle hicieron lo mismo. Michelle le dio la maleta a su padre, Samuel la tomó y salieron de su casa, Michelle no entendía adonde iban.
Samuel ve al salir que el lugar donde viven es triste, solitario, lúgubre, muy tenebroso y peligroso (sic).
Samel sabía que tenía que irse para establecerse en otro lado y trabajar y sacar de la pobreza a su familia, aparte de que se sentía amenazado.
Llegaron a la estación (sic) del tren, Michelle se le quedó viendo a su padre con mucha tristeza porque ahora entendía adonde iba y las iba a dejar solas. Se quedó triste al no poder detener a su padre. Él le dijo que no se preocupara, que iba a regresa y le dio una paloma de papel que él había hecho y Michelle le dio un abrazo.
Vanesa al verlos, soltó el llanto y abrazó a Samuel.”
Teodoro, (16)
Myriam y Mónica (15 años):
En una casa muy vieja vivía una niña llamada Emili, vivía con sus padres. Ella era muy feliz porque tenía mucho amor, aunque no iba a la escuela ni tenía compañeros pero (ella) era feliz. No sabía que sus papás tenían problemas, no se imaginaba por lo que estaban pasando. Un día en la mañana Emili se encontraba dormida y escuchó una discusión, se levantó y les preguntó a sus papás que qué pasaba. Su mamá le dijo que nada y que se sentara a desayunar. Entonces vio una maleta debajo de la mesa y le preguntó a su papá que qué era eso y él se sentó con ella a platicar, le dijo que la quería mucho y que nunca se iba a olvidar de ella y ella preguntó por qué le decía eso y él le dijo que tenía que irse a trabajar porque quería meterla a estudiar y quería darle de comer lo que le gustaba y ella le contestó que no le importaba tener lo mejor sino estar con él pero él le dijo que la quería mucho y que siempre iba a ser su princesa, entonces la mamá abrigó a la niña para acompañarlo en la noche a tomar el tren, salieron de la casa, caminaron por las calles oscuras y tenebrosas, veían una sombra de un animal salvaje, había mucha neblina, recorrieron muchas calles pero finalmente llegaron a la parada del tren. La niña estaba muy triste porque veía a su papá con la maleta; él sólo se agachó y la abrazó y le dijo: “Te amo, Emili, eres todo para mí”. Se quitó el sombrero y estaba un pajarito de papel precioso y le dijo que con ese pajarito lo iba a recordar y que cada que lo viera recordara que él iba a estar con ella por siempre. Su esposa empezó a llorar, la abrazó y le dijo que la amaba y que nunca la iba a olvidar. Subió al tren y partió. Esta historia continuará...
Dos versiones diferentes de la misma historia. En la primera, más breve, la historia se cuenta sin demasiados adornos ni diálogos. En la segunda, mucho más detallada, vemos cómo las palabras que se dicen unos a otros los personajes son muy importantes.
Es evidente que esta sesión despertó recuerdos cercanos y también suscitó una reflexión. Pero lo que más me gustó, fue el recibimiento dado a este libro que, como dije, es uno de mis favoritos.
Lirio GB, Sn. Isidro, Gto,
Oct. 2008
THE ARRIVAL, Shaun Tan
Levine Books/Scholastic, 2006
(appeared in México as EMIGRANTES, Océano, 2007)
RECORD OF A SESSION IN THE READING WORKSHOP AT THE DETENTION HALL FOR ADOLESCENTS (DGRSA), Guanajuato, Mexico.
by
Lirio Garduño-Buono
I really wanted to work with this book, maybe because it is one of my favorites. It is not a part of the regular collection of my reading room, but rather one of my personal books. I was divided between being afraid that the book might physically suffer, and my great desire to share it with my students. This proved to be stronger because it is such a wonderful book. One of the priorities in my work, is to offer good books to the teenagers participating in my workshop. And if possible, excellent books, like this one.
This book has many things that my students like: a subject that is familiar to them, but treated in the most exotic form, incredibly evocative images, no text at all, a well constructed plot, a beautiful edition. With all this to offer, I could meet my students and have the session whose description follows:
8th October.
I started with a group from the Second year of High School, adolescents between 16 and 18 years old.
They were:
Bruno, Oscar, Abraham, Jonathan, Teodoro, José (a new one), Ezequiel. Myriam and Mónica, arrived later.
Warm-up with questions: What is a migrant? An immigrant? An emigrant? What is the difference between these three words?. Very soon, all the participants wanted to talk, because it is a theme well known to them. Most of them have never migrated, as they said, but they all have relatives or friends who havedone so. Mónica (16) told us that she went to the USA twice, and told us about her experience of crossing the border, walking during three days with the pollero (smuggler of illegal immigrants), getting to a truck that brought them to an airport, finally arrived in Raleigh (she couldn’t say in which State this town is located). She went to the USA to meet her father. The first time she couldn’t make it; the second, she did.
Tan’s book caused a genuine surprise because they all said that “it is a book that cannot be read”. And, Why not?, I asked. “Because it doesn’t have any words”. “And do you need words to understand a Comic, a photograph, a painting?” I replied.
I asked them to read then, chapters 1 and 2, and to write a story related to the images. They organized in groups of two or three; only Teodoro worked alone. As always, Oscar and Bruno were together. They began to look at the images, at first with little interest. Bruno was also looking at a magazine (he loves fashion and design. I am not sure when it happened, but there was a moment in which they were both completely inside Tan’s story…
For Teodoro it was easier. As always, he was in his own world, very quiet and reserved. For a long time he just looked and suddenly began to write.
In almost all the other groups, the guys asked me to “explain” the first and second pages, in which isolated objects of the house appear (paper bird, tea pot, clock, cup, etc.) I pointed out that each one of these objects was present on the following page. I asked them if they could say what do these people were doing, if they were poor or rich, if their situation was sad or happy.. Gradually, the fear of “reading” this different kind of book disappeared and each participant was able to build his or her own story, first in his or her head, then writing it down.
José, the new guy, integrated immediately. For Mónica it was also the first session with us. They were both at the same table with Ezequiel and Myriam, and although they worked separately, they were communicating all the time. The two girls and the two boys were drawing closer from one another and pulling away from one another, interacting, having points of coincidence; working together with common elements and experiences, different ideas, each one of them with his or her own possibilities.
In other groups, they wanted me to explain the second chapter, in which Tan draws the arrival of the main character in his new country. I encouraged Monica to talk about how she felt when she arrived in the USA, if things were familiar to her or not… Yes, she said, everything was very weird to me, starting with the people: for instance, it was really strange to see black people, because I had never seen people like that in Mexico…
Jonathan and Abraham didn’t write. They just took the book and read it from beginning to end. They spent the whole session doing that. I asked them to write at least their opinions about the book. Here they are:
“I loved it because it talks about experiences of people. And also because it’s up to you to invent the story, the text. PS.- and it is fun!”,Jonathan
Abraham: “I liked it because there was a lot of fantasy in it and because when you go to another place or country everything is weird. It’s really
cooool!.”
With the next group, junior high (adolescents between 14 and 16) the same thing happened. There were two guys that didn’t want to work with the others. Daniel took a book of paintings by Jesús Gallardo (painter from Guanajuato) and pored over during the whole hour. It makes me think that sometimes we prefer Mirror/books (reflecting our own reality) to Window-books (other realities). Maybe something bothered him in Tan’s book. I will never know.
Another boy, Josué, didn’t want to participate either. He read the Apocalypse in The Bible. My philosophy is that if certain participants find other more appealing readings in the library, I don't force them to work with the rest of the group.
But, to return to our main reading, one thing that some of the participants liked and talked about was the aspect of the book: old, worn out, the images in sepia, something that provokes a feeling which is nostalgic and yet familiar. On one side, we can see a patch and in some places the paper seems to have suffered from humidity and torn-out pages. This kind of trompe l’oeil fascinated them.
Here, some of their writings:
Teodoro, (16)
“In a house, there was a poor family.
Samuel closed his suitcase and his wife took his hand sadly. Vanesa woke Michelle up and gave her breakfast. Michelle saw the suitcase; then Samuel got ready and Vanesa and Michelle did the same. Michelle gave the suitcase to her father. Samuel took it and they went out of their home.
Michelle didn’t understand where they were going. Once they were outside, Samuel observed that the place where they live is sad, lonely and dangerous.
Samuel knew that he had to go to settle in another place and work and pull his family out of poverty. He also felt threatened.
They arrived to the Station and Michelle stared at her father very sadly because now she understood that he was leaving and he was going to leave them by themselves. She was sad because she was unable to prevent him from leaving. He told her not to worry, he told her he would come back and gave her a paper dove that he had made. Michelle gave him a big hug. When Vanesa saw them, she began to cry and embraced Samuel.”
Myriam and Mónica (15 years):
In a very old house, there was a girl named Emili, who lived with her parents. She was very happy because she had a lot of love even if she didn’t go to school or have any friends… she was happy. She didn’t know that her parents had problems, she didn’t imagine what they were going through. One morning, Emili was still asleep and she heard a conversation; she woke up and asked her parents what was going on. Her mother told her “nothing”, and told her to have breakfast. Then she saw a suitcase under the table and asked her father “what is that?”. Her father began to talk to her, he said he loved her very much and he would never forget her. She asked him why was he saying all that and he said that he had to go and find work elsewhere so she could study and eat what she liked. She said that it was not important to have good things, that she just wanted to be with him and he said that he loved her and that she would always be his princess.
Then, the mother put Emili warm clothes on and they went out with him in the night, to take the train. They went out of the house, walked in dark and sinister streets; they could see the shadow of a wild animal, there was much fog. They went through many streets and finally arrived at the Station. The girl was so sad just to see her father with the suitcase. He just leaned down and kissed her, saying: “I love you, Emili, you are everything to me”. He took his hat off and there was a tiny bird, made of paper. He said that with that bird she could remember him and each time she would know that he would be with her forever. His wife began to cry; he embraced her and said he loved her. He boarded the train and left. This story is to be continued…
Two different versions of the same story. In the first one, briefer, the story is told without much ornaments or dialogs. In the second one, more detailed, we can see how the words spoken between the characters are very important, even if the technique of the dialog is far from perfect.
It is evident that this session awoke intimate memories and also provoked much reflection. But what pleased me more than anything was the welcome given to this book that is now one of my personal favorites.
Lirio GB, Guanajuato,México, 2008-2009
(translated by Lirio Garduño and Ana Cervantes)
LIRIO GARDUÑO-BUONO Mexican-French Poet and painter
liriojp01@hotmail.com Apartado 54, 36000 Guanajuato, Gto.
045 104 32 09
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