LOS LIBROS, ESO ES BUENO PARA LOS BEBÉS
(Les livres, c’est bon pour les bebés, Calmann-Lévi, Paris, 2000)
Marie Bonnafé, Océano, 2008. Traducción : Lirio Garduño, Jean-Pierre Buono.
por Lirio GB
Para mí fue un gran placer, no sólo leer este texto, sino traducirlo al español.
Ya antes había leído trabajos de Marie Bonnafé, en los Cahiers D’Acces y en documentos que Genevieve Patte nos hacía llegar vía Internet a los participantes del Seminario Leámos de la Mano de papá y Mamá. Su tesis me parecía innovadora e interesante, sobre todo porque era algo que yo había vivido cuando mi hija era pequeñita: tuvo su primer libro a los tres meses y siempre me pareció natural leerle. Recuerdo que en una ocasión, entré a su cuarto y la encontré en su cuna, acostada boca arriba “leyendo” un libro de tela, uno de sus preferidos. Hojeaba el libro y observaba atentamente cada detalle, pasando las páginas lentamente. Ver a una nena tan pequeña manifestando tal familiaridad con los libros, me conmovió en ese momento y confirmó luego, con experiencias similares como promotora de lectura, mi convicción de que los libros son buenísimos para los bebés.
Preguntas frecuentes cuando hablo en público sobre la lectura son: ¿los bebés pueden entender? ¿Es útil leerles? ¿Para qué darles libros si aún no saben leer?
A través de la narración de experiencias de animación en diferentes lugares que no forzosamente tienen que ver con los libros, como consultorios pediátricos o centros de asistencia social, Bonnafé nos muestra que mientras más temprano se empiece a poner en contacto a los niños con los libros, mejor. Y respalda su afirmación con un sólido aparato teórico.
Este libro, es el fruto de un trabajo de más de veinte años en el seno de la asociación ACCES (Acciones Culturales contra la Exclusión y la Segregación), que fue fundada en Francia por el Dr. René Diatkine y por la propia Bonnafé, entre otros destacados psicoanalistas, educadores y especialistas del fenómeno lector. Esta asociación se propone iniciar a los libros desde muy temprana edad, a niños cuya situación socio-económica es precaria y constituye un obstáculo para el acceso a la palabra escrita, a la imagen, al fenómeno estético. ACCES trabaja con niños pequeños y madres inmigrantes, a veces analfabetas. Su labor de animación lectora se desarrolla como dije antes, en lugares públicos como consultorios PMI (Protección Materno-infantil), salas de espera de hospitales, centros comunitarios y bibliotecas.
Marie Bonnafé “…contempla al trabajo cultural con la primera infancia como una acción que incide no sólo en el desarrollo de los pequeños sino en la reestructuración de los adultos ligados a él. Es decir, estamos muy lejos del discurso habitual de alabanza a los libros y a la lectura, y de una concepción del acercamiento a la oferta cultural como algo suntuario…” dice Diatkine en su prólogo.
Bonnafé distingue entre la lengua fáctica, que utilizamos todos los días para fines prácticos, y la lengua del relato. Afirma que los bebés y los niños en general, son capaces de distinguir claramente una de la otra. Y no es, dice, que una sea mejor y la otra peor, simplemente que el tener contacto con ambas, enriquece intelectualmente al niño y le da la posibilidad de desarrollar una visión mucho más amplia del mundo y de sí mismo.
Sin embargo, en ningún momento la autora pretende que se estructuren estos encuentros como oportunidades para un aprendizaje precoz de la lectura o de otras habilidades. Lo importante de estos primeros contactos con el libro es que se realicen de manera gratuita, que estén ligados a sensaciones placenteras y que de ninguna manera se vuelvan utilitarios. Es decir, como todo lector adulto, el bebé tendrá la oportunidad de escoger él mismo sus lecturas y de evaluarlas como mejor le convenga. Por experiencia puedo afirmar que esto es posible, que los bebés son capaces de esto y de más.
En ciertos capítulos, recomienda libros, y abunda en los géneros literarios preferidos (como las cantinelas y las nanas), los temas frecuentes (el lobo y otros animales, la magia, los objetos…), los autores, los diferentes tipos de libros: en cartonné, animados, álbumes ilustrados… Además, trae un práctico anexo con los álbumes mencionados, que han sido publicados en español.
¡Es una suerte tener un texto de esta importancia en América Latina! (y una traducción taan buena…)
(Les livres, c’est bon pour les bebés, Calmann-Lévi, Paris, 2000)
Marie Bonnafé, Océano, 2008. Traducción : Lirio Garduño, Jean-Pierre Buono.
por Lirio GB
Para mí fue un gran placer, no sólo leer este texto, sino traducirlo al español.
Ya antes había leído trabajos de Marie Bonnafé, en los Cahiers D’Acces y en documentos que Genevieve Patte nos hacía llegar vía Internet a los participantes del Seminario Leámos de la Mano de papá y Mamá. Su tesis me parecía innovadora e interesante, sobre todo porque era algo que yo había vivido cuando mi hija era pequeñita: tuvo su primer libro a los tres meses y siempre me pareció natural leerle. Recuerdo que en una ocasión, entré a su cuarto y la encontré en su cuna, acostada boca arriba “leyendo” un libro de tela, uno de sus preferidos. Hojeaba el libro y observaba atentamente cada detalle, pasando las páginas lentamente. Ver a una nena tan pequeña manifestando tal familiaridad con los libros, me conmovió en ese momento y confirmó luego, con experiencias similares como promotora de lectura, mi convicción de que los libros son buenísimos para los bebés.
Preguntas frecuentes cuando hablo en público sobre la lectura son: ¿los bebés pueden entender? ¿Es útil leerles? ¿Para qué darles libros si aún no saben leer?
A través de la narración de experiencias de animación en diferentes lugares que no forzosamente tienen que ver con los libros, como consultorios pediátricos o centros de asistencia social, Bonnafé nos muestra que mientras más temprano se empiece a poner en contacto a los niños con los libros, mejor. Y respalda su afirmación con un sólido aparato teórico.
Este libro, es el fruto de un trabajo de más de veinte años en el seno de la asociación ACCES (Acciones Culturales contra la Exclusión y la Segregación), que fue fundada en Francia por el Dr. René Diatkine y por la propia Bonnafé, entre otros destacados psicoanalistas, educadores y especialistas del fenómeno lector. Esta asociación se propone iniciar a los libros desde muy temprana edad, a niños cuya situación socio-económica es precaria y constituye un obstáculo para el acceso a la palabra escrita, a la imagen, al fenómeno estético. ACCES trabaja con niños pequeños y madres inmigrantes, a veces analfabetas. Su labor de animación lectora se desarrolla como dije antes, en lugares públicos como consultorios PMI (Protección Materno-infantil), salas de espera de hospitales, centros comunitarios y bibliotecas.
Marie Bonnafé “…contempla al trabajo cultural con la primera infancia como una acción que incide no sólo en el desarrollo de los pequeños sino en la reestructuración de los adultos ligados a él. Es decir, estamos muy lejos del discurso habitual de alabanza a los libros y a la lectura, y de una concepción del acercamiento a la oferta cultural como algo suntuario…” dice Diatkine en su prólogo.
Bonnafé distingue entre la lengua fáctica, que utilizamos todos los días para fines prácticos, y la lengua del relato. Afirma que los bebés y los niños en general, son capaces de distinguir claramente una de la otra. Y no es, dice, que una sea mejor y la otra peor, simplemente que el tener contacto con ambas, enriquece intelectualmente al niño y le da la posibilidad de desarrollar una visión mucho más amplia del mundo y de sí mismo.
Sin embargo, en ningún momento la autora pretende que se estructuren estos encuentros como oportunidades para un aprendizaje precoz de la lectura o de otras habilidades. Lo importante de estos primeros contactos con el libro es que se realicen de manera gratuita, que estén ligados a sensaciones placenteras y que de ninguna manera se vuelvan utilitarios. Es decir, como todo lector adulto, el bebé tendrá la oportunidad de escoger él mismo sus lecturas y de evaluarlas como mejor le convenga. Por experiencia puedo afirmar que esto es posible, que los bebés son capaces de esto y de más.
En ciertos capítulos, recomienda libros, y abunda en los géneros literarios preferidos (como las cantinelas y las nanas), los temas frecuentes (el lobo y otros animales, la magia, los objetos…), los autores, los diferentes tipos de libros: en cartonné, animados, álbumes ilustrados… Además, trae un práctico anexo con los álbumes mencionados, que han sido publicados en español.
¡Es una suerte tener un texto de esta importancia en América Latina! (y una traducción taan buena…)
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