Registro-reseña de un libro de
Alberto
Blanco. Ilustr. Diana Radaviciuté, trad. al inglés del autor
Editorial CIDCLI
El
libro de hoy habla de los insectos. Son pequeños poemas en versión
bilingüe, español-inglés, como su nombre lo indica, sobre
diferentes insectos. El formato es el clásico de CIDCLI, de ideales
dimensiones para mostrar en una lectura porque las ilustraciones
ocupan una página entera. En cada página de la izquierda, un
hermoso dibujo ilustra el poema sobre la libélula, la luciérnaga,
la mariquita, las hormigas... no son los dibujos convencionales y
pseudo-científicos de muchas obras sobre el tema: los insectos están
“disfrazados” de la manera más divertida, los colores son
sostenidos y el trazo es seguro. Estos insectos más bien parecen
pequeños señores, pequeños gnomos no muy bonitos, pero atractivos
por sus ropas y los ambientes donde se mueven. Los hay que habitan
un zapato, los hay que se sientan al borde de un cajón de ropa o que
exploran la floresta. Estos dibujos reflejan de maravilla la
actividad incesante de los insectos. Los poemas son casi haikús,
brevísimos y concisos pero muy bellos. Las traducciones al inglés
son excelentes; siguen el ritmo y la rima de los poemas originales.
En la
escuela hoy sólo está el grupo de 1o y 2o de primaria. Están en
el patio, por alguna razón y decidimos que es un buen lugar para
leer hoy. El clima es perfecto, ni frío ni calor y también la luz
es ideal.
Durante
la lectura, los niños se sientan en medio del patio, a mi alrededor.
Están fascinados con los poemas y las ilustraciones. A veces piden
alguna explicación; hay palabras que les parecen difíciles como
luciérnaga y libélula. Cuando aclaramos lo que son,
quieren hablar de su experiencia con las luciérnagas (“por mi casa
hay muchas”, “una vez me puse una en la mano y brillaba bien
padre”. Todos tienen también mucho que contar sobre las hormigas,
como cuando leo que el hormiguero es un volcán y Nitzi (6 años),
dice: “Nos pican las nachas”.
Les
explico que este libro viene en español y inglés y me piden que les
lea algunos de los poemas en inglés, lo cual hago con gusto. Leo
Ladybug, The Locust y The bee. Les gustan
tanto que tengo que repetirlos varias veces (ya antes los leímos en
español). Es como si la sonoridad del inglés fuera como una música
que no necesariamente se necesita entender para sentirla y disfrutar.
De
pronto Fernanda (6 años) se propone para leer (en español, claro).
Luego Bere (7), luego Vicente (6). Leen “La abeja”. Parecen muy
orgullosos de poder leer estos bellos poemas enfrente de sus
compañeros, algunos con mayor, otros con menor dificultad. Los
demás escuchan respetuosamente.
Este
es, sin duda un momento privilegiado, en el patio de esta escuela
rural, bajo el sol invernal del Bajío, rodeados de mezquites y
eucaliptos, respirando aire fresco, compartiendo en dos idiomas
palabras que vuelan como abejas a nuestro alrededor...
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