Febrero 2013
p
por
Lirio GB
Jesús Heredia, coordinador del Programa Nacional de Salas de Lectura, me propone que este día lo celebremos en mi Sala de Lectura leyendo textos originales en lenguas indígenas. Me propone leer Xolo, de Mardonio Carballo, pero todavía no tenemos. Busco entre los libros de la editorial Tecolote y en el fondo de la sala, así como en mi biblioteca personal. Encuentro varias obras que pueden ser interesantes.
Para los niños de 3o y 4o años leo El mundo y sus habitantes según los viejos abuelos, In cemanahuac ihuan aquihuan ipan nemih, de Ediciones Tecolote. Una maravilla que de inmediato capta la atención de este grupo indisciplinado. Es un pequeño diccionario donde se hacen resaltar las palabras más significativas en el mundo náhuatl, ilustradas con imágenes de códices y traducidas al español. Se divierten preguntando cómo se dicen todas esas palabras en francés, pues saben que yo lo hablo y siempre me saludan y se despiden en ese idioma. Les encanta el náhuatl, su sonoridad, y se dan cuenta de que muchas palabras de nuestro vocabulario actual vienen de ese idioma. Se quedan repitiendo esas palabras, saboreándolas lentamente en la boca...
En el salón de 5o y 6o me voy por un camino más difícil y sofisticado: leo dos poemas de Miguel León Portilla, en náhuatl y en español, Mi perro y El Conejo en la Luna. De inmediato percibo su fascinación por los sonidos del náhuatl, que yo les leo con muchos trabajos y cuidado. Les encanta escuchar las palabras y maravillarse porque sobrevivieron a través del tiempo y del espacio. Y también les gustan esos temas: el perro, nuestro compañero de toos los días y la luna, interrogación nocturna con su conejo. Luego les leo dos poemas de Mardonio Carballo: Lágrimas y La rosa blanca y roja. Ambos son intensos y parecería que los niños no pudieran comprenderlos. Sin embargo, empiezan a preguntar sobre las metáforas de la rosa blanca y roja, esa rosa que se vuelve corazón conforme entra en nuestro cuerpo y se tiñe de rojo; o sobre las lágrimas y la tristeza, tema universal.
Hago un breve recordatorio de la historia de México, de las lenguas que aún se hablan en nuestro país, de por qué las lenguas indígenas fueron reemplazadas por el español. Dulce pregunta:
¿y por qué de una vez no hablaban español entonces?
Otro niño le contesta: ¡Porque el náhuatl ERA SU LENGUA!
Y a propósito, ¿Qué es una lengua materna? Respondieron que: La lengua que se habla en un país, la lengua que nos enseñaron nuestros padres y madres, la lengua del lugar donde vivimos...
Les pregunto si saben dónde se habló el náhuatl,antes de la conquista. Vemos en el mapa las regiones de ese idioma. Ale pregunta si el náhuatl es lo mismo que el Nahual. Todos se ríen y explicamos la diferencia entre ese animal tutelar y el idioma. Les pregunto que si saben dónde se habla hoy en día.
Finalmente, hablamosdel chichimeca, idioma de nuestros ancestros de aquí de Guanajuato, refugiados y ahora orillados a vivir en una rincón de la sierra.
La poesía siempre es bien recibida por los niños. Esto me parece extraordinario. La reciben con oídos abiertos, con cuerpos alerta, con rostros serenos. La reciben con gratitud y con buena voluntad. Quieren experimentar la caricia de las palabras que entrelazadas crean mundos distintos. Entran de buena gana en esos mundos desconocidos y se ve, se siente que lo disfrutan. Tanto como yo al compartir con ellos estas maravillas.
De Lirios y Lecturas
mercredi 20 mars 2013
SHAUN TAN EN UNA ESCUELA DE GUANAJUATO
por Lirio Garduño-Buono
Hace
algunos años, envié al autor austtraliano Shaun Tan un reportaje
sobre el trabajo que los adolescentes internos en el Tutelar para
Menores hicieron en mi taller de literatura y arte. De la manera más
gentil e inesperada, este genial autor (no exagero) me respondió,
enviándome un grabado, una carta y otro de sus hermosos libros, en
español.
El
libro en cuestión se llama Cuentos de la Periferia, y es una
colección de relatos fantásticos sobre lo que puede pasar en
cualquier suburbio de cualquier ciudad del mundo. Los textos
exploran la facultad de maravillarse y apelan a nuestra imaginación
para construir mundos nuevos dentro del mundo de lo cotidiano. Las
ilustraciones son magistrales, hechas con un gran dominio técnico y
dotadas de una voz poética y profunda. Son dibujos realistas de
seres extraños, de lugares desiertos y desolados, de interiores a la
vez familiares y como sacados directamente de un sueño. Los hay a
color, los hay en blanco y negro a lápiz; algunos son collages
disparatados y surrealistas.
Está
la historia de Eric, el estudiante extranjero que pasa algún tiempo
con una familia y de repente se marcha sin explicaciones. Está la
familia que descubre que en su ático hay un jardín toscano. Están
las instrucciones para fabricarse uno mismo una mascota en una caja
de cartón, el cuento de una ballena que apareció una mañana en un
jardín y el relato de un extraño viaje con el abuelo.
Todas
estas historias nos fascinan y nos transportan a otro mundo, y como
Shaun Tan es un poderoso creador visual, decidí trabajar esta vez
con sus imágenes.
Es
curioso porque cuando uno lee el libro, las imágenes acompañan y le
siguen el paso a los textos. Pero curioso es también que separadas
de él, siguen funcionando.
Llegué
al grupo de 5o y 6o de la primaria donde hago mi Sala deLectura con
el libro y fotocopias de 6 ilustraciones. Al azar las fui
repartiendo y les dije que este día no les leería, que hoy les
tocaba a ellos escribir. Al principio no entendieron muy bien de qué
se trataba pero les mostré el libro (ya había leído una o dos
historias antes) y les expliqué lo que haríamos. Primeramente,
tenían que observar detenidamente la imágen que les había tocado,
y a partir de ella, escribir una historia. Conforme fueron viendo
las diferentes imágenes, muchos de ellos quisieron cambiar las
suyas. Luego sin más, se pusieron a trabajar.
Los
resultados fueron estos:
Imágen
de un buzo en una calle de los suburbios, del cuento Juguetes
Rotos.
Luis
Miguel Palafox Marín
“Había una vez un pueblo fantasma que se llamaba México. Hace
muchos años en el pueblo fantasma era pura agua. Sí había casas
pero no había gente y de pronto bajó de una nave un alienígena.
Estaba disfrazado de buzo, estaba muy feo. Hacía mucho viento,
volando las hojas, cchiflando el aire, dos aves nada más viendo una
sola nube; estaba oscuro y luego de veinte años el pueblo de pobló
y estaba muy alegre el pueblo.”
sobre
las imágenes del cuento Erik
Elena
Guadalupe Argote Ramírez
La
Despedida
“Había
una vez un niño muy raro que vivía en una casa. Se llamaba Erik.
Iba a la escuela, tenía amigos, pasaban y pasaban días y días.
Era muy raro, parecía muchas cosas, como un trinche. Algunas
persoonas no le hablaban porque era raro; algunas personas le decían
que era muy feo, que era un extraterrestre. A él le gustaba
coleccionar muchas osass, como basura que a él sse le hacían
importantes. Un día se fue. Todos sus amigos se quedaron muy
tristes. Y nunca volvió.”
Alejandro
Palafox Álvarez
Había
una vez en un día soleado en un lugar abandonado, un extraterrestre
llamado Llamita. Llegó porque el agua invadió su planeta de fuego
y assí lo obligaron a irse. Me contó todo pero yo no sabía qué
decirle y se puso muy triste.
No
comía, no jugaba y no convivía, pero de repente le entró la razón
y dijo: “Iré a luchar. Si tengo que apagarme, lo haré pero me
apagaré defendiendo mi planeta.”
Entonces
busqué una hoja, se la di y llamita sopló y se dirigió a su
planeta. Pero antes me dijo: “No hay que huir de los problemas;
hay que enfrentarlos. Y se fue en la hoja.”
Rosa
María Palafox
“Había
una vez un tenedor. Llegó a una extraña casa. Tenía un amigo
ahí. Y el amigo le dijo: “Te preparé tu habitación”. “No,
me dormiré en la cocina”.
Pasaron
dos semanas. La mamá del amigo de Erik le dijo: “tu amigo es un
extraterrestre o un tenedor. Y Eric escapó y fue por sus cosas. Y
voló por la ventana de la cocina.”
Juan
Antonio G. C.
La
Sorpresa a los humanos
“Había
una vez en una noche espantosa un extraterrestre que entró a la casa
en la que vivían unos jóvenes. Entró y se comió mucha comida y
dejó un poco desordenada toda la cocina, pero también dejó una muy
hermosa y bonita sorpresa: en una mesa dejó cosas. A la
medianoche uno de los jóvenes se levantó y vio lo que había
dejado; vio la ventana abierta y hacía mucho frío. Cuando fue a
cerrar la ventana vio al extraterrestre que le decía adiós y se fue
a dormir y cuando despertaron vieron qué buena sorpresa. Les gustó
tanto que quisieron abrir la ventana a ver si lo podían volver a
ver. De hecho, se dieron cuenta que ya no iba a volver.”
Sobre
una imagen del cuento La Historia del Abuelo
Televisiones carnivoras
Blas
Gerardo Arias Landín
“Había
una vez dos muchachos en la montaña. Iban por la montaña y
encontraron televisiones con vida. Los muchachos se sorprendieron.
Uno hizo ruido, las televisiones escucharon y los muchachos corieron.
Ellas los siguieron con colmillos en la pantalla. Los muchachos
subieron al auto y escaparon a su casa. Al llegar, planearon cómo
destruirlas. Al día siguiente fueron de nuevo con las televisiones,
las mojaron y se descompusieron. Los niños fueron felices para
siempre.”
Martín
Granados Aguilar
“Una
vez, una noche de luna llena las televisiones que no servían
cobraron vida y salieron a la calle ahuyentando a las personas de la
ciudad hacia otros lugares, por lo tanto, se iba quedando sola la
ciudad.
Las
pocas personas que quedaban subieron a un carro y se fueron a
Australia y se quedaron ahí por un tiempo.
Las
personas que se quedaron ya no regresaron por temor a las
televisiones. Por un tiempo la gente se preguntaba si ya se habían
ido, así que un voluntario fue. No veía nada así que avisó a los
demás por un radio y las televisiones se habían descargado por no
enchufarse”.
Rosalinda
Rocha
“Había
una vez dos niños que iban caminando en la noche. Uno traía una
pala y entonces iban tranquilamente cuando vieron muchas teles, eran
siete. Fueron a verlas y las teles se pararon: tenían pies y
manos. Entonces los niños corrieron y las teles estaban
enojadas...Corrieron al carro.
Como
eran muchachos grandes, prendieron el carro y se fueron a su casa y
le contaron a su mamá.”
Sobre
una imagen del cuento Velatorio
Perros
sobre muebles
Edgar
David Vélez Higuera
Los
perros hipnotizados
“Había
una vez en un día soleado, una pandilla de perros de diferentes
razas. Andaban por la calle y el perro Capitán dijo: “La llegaada
de nuestra nave está a punto de suceder y me voy a ir yo y todos
ustedes van a quedar inmovilizados durante 15 minutos”.
Llegó
la nave y se llevó al capitán de los perros. Todo pasó como había
dicho el perro capitán: los perros quedaron hipnotizados durante 15
minutos pero después el capitán ya nunca llegó. Todos los perros
quedaron muy tristes porquese había ido y otro perro quedó de
capitán. Ya nunca más llegó la nave. Todos los perros aullaron
en señal de agradecimiento y desde entonces todos vivieron felices.”
Me
fascina comprobar cada vez, que la imagen en un poderoso catalizador
para las palabras. Ideas, vivencias, sueños y fantasías surgen en
nosotros a partir de una imagen fuerte. Shaun Tan es el campeón de
las imágenes significativas y claro, también de hermosos textos.
Es un artista total y gracias a su generosidad, niños de este lado
(lejano) del planeta pueden disfrutar, soñar y crear.
mardi 12 février 2013
Magda Rivera y el amoroso acto de la lectura
-->
Como siempre, mi amiga Magda Rivera, brillando... ¡Me encanta caminar por la vida tan bien acompañada!
lunes, 05 de noviembre de 2012
Tiene la sonrisa que es un sol iluminando el rincón de los niños del stand de IMCATUR en la Feria del Libro de Hermosillo. Ahí, entre sillones, javas e historias, la cuentacuentos Magda Rivera, con amor y dedicación, -la única forma posible de promover la lectura entre los pequeños-, todas las tardes parte de viaje con los niños y papás que se acercan al puesto del Instituto Municipal de Cultura, Arte y Turismo, para regresarlos felices y renovados.
El pasado sábado 3 de noviembre, Magda Rivera recibió de parte del programa Sonora Lee del Instituto Sonorense de Cultura, un reconocimiento por su encomiable labor como mediadora del programa Salas de Lectura de Conaculta. Su trabajo con los hijos de los migrantes del poblado Miguel Alemán ha llamado la atención en todo el país.
Para Magda Rivera este reconocimiento significa un momento para ver un poco hacia atrás lo que he logrado caminar. Solo una breve mirada. Lo que sigue, supongo, espero, va a ser mejor, expresa quien se desarrollara también como reportera en algún tiempo.
Alguien que se lanza a esta aventura de promover la lectura, sacrifica muchas veces tiempo, dinero y otras cosas. Por qué hacerlo se le pregunta. La respuesta es exacta: “Hay un dicho que señala alguien tiene que hacerlo. Coincido con Eduardo Galeano cuando dice que hay que seguir el camino de la utopía con esas pequeñas cosas que, tal vez, no van expropiar las cuevas de Alí Babá con lo que hacemos; pero son esas pequeñas acciones las que nos demuestran que la realidad es transformable. Creo y persigo el camino de la utopía”.
Magda Rivera coordinada la sala de lectura Letras Migrantes en el poblado Miguel Alemán. Al respecto expresa: No se trata solo de leer, sino de leer dónde. En la escuela, en el campo, en la cárcel, en un orfanato. En este caso se trata de leer en una comunidad migrante, con niños triquis, mixtecos, no indígenas, niños que nacieron en el valle de San Quintín, en Sinaloa, en Chihuahua, cuyos padres llegaron a Sonora buscando una forma de salir adelante y que decidieron quedarse en la colonia Ampliación Miguel García para empezar una nueva historia. Empezamos a trabajar con este proyecto, Letras Migrantes, el 5 de junio del año pasado, una fecha muy simbólica, de luto, y quisimos platicarles a los niños de esta forma de ver el mundo, la lectura; poco a poco hemos tenido buenos resultados. Son 40 niños que se reúnen bajo un tejaban a convivir, a escuchar; hay lectores oyentes, que aún no saben escribir su nombre, pero que son muy participativos, otros que tienen más facilidades para conversar, otros para escribir, y ahí estamos con los libros del Programa Nacional Salas de Lectura de Conaculta.
Para ser un promotor de lectura, dijo, primero que nada se necesita el gusto por la lectura. Que guste compartir lo que lees y la facilidad de invitar a los demás. Esas tres condiciones son fundamentales, lo demás se aprende poco a poco. Una gran generosidad, se le inquiere. Sí, es cierto, tienes que tener mucho amor para los demás.
Foto: Jorge Flores |
Como siempre, mi amiga Magda Rivera, brillando... ¡Me encanta caminar por la vida tan bien acompañada!
lunes, 05 de noviembre de 2012
(aparecido en la prensa de Hermosillo, por Imanol Caneyada Pascual)
Tiene la sonrisa que es un sol iluminando el rincón de los niños del stand de IMCATUR en la Feria del Libro de Hermosillo. Ahí, entre sillones, javas e historias, la cuentacuentos Magda Rivera, con amor y dedicación, -la única forma posible de promover la lectura entre los pequeños-, todas las tardes parte de viaje con los niños y papás que se acercan al puesto del Instituto Municipal de Cultura, Arte y Turismo, para regresarlos felices y renovados.
El pasado sábado 3 de noviembre, Magda Rivera recibió de parte del programa Sonora Lee del Instituto Sonorense de Cultura, un reconocimiento por su encomiable labor como mediadora del programa Salas de Lectura de Conaculta. Su trabajo con los hijos de los migrantes del poblado Miguel Alemán ha llamado la atención en todo el país.
Para Magda Rivera este reconocimiento significa un momento para ver un poco hacia atrás lo que he logrado caminar. Solo una breve mirada. Lo que sigue, supongo, espero, va a ser mejor, expresa quien se desarrollara también como reportera en algún tiempo.
Alguien que se lanza a esta aventura de promover la lectura, sacrifica muchas veces tiempo, dinero y otras cosas. Por qué hacerlo se le pregunta. La respuesta es exacta: “Hay un dicho que señala alguien tiene que hacerlo. Coincido con Eduardo Galeano cuando dice que hay que seguir el camino de la utopía con esas pequeñas cosas que, tal vez, no van expropiar las cuevas de Alí Babá con lo que hacemos; pero son esas pequeñas acciones las que nos demuestran que la realidad es transformable. Creo y persigo el camino de la utopía”.
Magda Rivera coordinada la sala de lectura Letras Migrantes en el poblado Miguel Alemán. Al respecto expresa: No se trata solo de leer, sino de leer dónde. En la escuela, en el campo, en la cárcel, en un orfanato. En este caso se trata de leer en una comunidad migrante, con niños triquis, mixtecos, no indígenas, niños que nacieron en el valle de San Quintín, en Sinaloa, en Chihuahua, cuyos padres llegaron a Sonora buscando una forma de salir adelante y que decidieron quedarse en la colonia Ampliación Miguel García para empezar una nueva historia. Empezamos a trabajar con este proyecto, Letras Migrantes, el 5 de junio del año pasado, una fecha muy simbólica, de luto, y quisimos platicarles a los niños de esta forma de ver el mundo, la lectura; poco a poco hemos tenido buenos resultados. Son 40 niños que se reúnen bajo un tejaban a convivir, a escuchar; hay lectores oyentes, que aún no saben escribir su nombre, pero que son muy participativos, otros que tienen más facilidades para conversar, otros para escribir, y ahí estamos con los libros del Programa Nacional Salas de Lectura de Conaculta.
Para ser un promotor de lectura, dijo, primero que nada se necesita el gusto por la lectura. Que guste compartir lo que lees y la facilidad de invitar a los demás. Esas tres condiciones son fundamentales, lo demás se aprende poco a poco. Una gran generosidad, se le inquiere. Sí, es cierto, tienes que tener mucho amor para los demás.
mercredi 25 avril 2012
El trabajo de Magda Rivera con niños migrantes
foto de Jorge Flores |
1. La comisaría Miguel Alemán forma parte del Municipio de Hermosillo; es la comunidad migrante más grande de México.
Cada año llegan miles de hombres y mujeres a trabajar a sus campos agrícolas. Algunos se quedan solo a la pizca, otros
se van en busca del sueño americano, otros tantos regresan a sus lugares de origen: Oaxaca, Veracruz, Puebla, etc.
Un puñado se queda definitivamente a vivir aquí. A este rincón de la patria, a esta Tierra de los Remolinos.
2. Pedro Gómez, es una de esas personas. Tiene 22 años aquí, fundó una A.C. que busca mejorar las condiciones de vida de la
comunidad mixteca. Lo conocí hace dos años, en el Museo de Culturas Populares, cuando se presentó
el montaje teatral: "La Boda Mixteca". Recientemente, tuvimos contacto en un programa asistencial promovido por la Comisión
Estatal de Derechos Humanos. A raíz de ese encuentro, se dio la posibilidad de abrir un cículo de lectura en su colonia,
Ampliación Jesús García.
3. Desde hace tiempo, tenía la inquietud de hacer un proyecto con las comunidades indígenas de Miguel Alemán; me pareció
que ir a compartir la alegría de los libros era algo que podía hacer sin riesgos ni contratiempos, sobre todo, porque ya contaba
con un contacto reconocido por la comunidad.
4. Un sábado de mayo fuimos a visitar a Pedro y acordamos que el 5 de Junio sería la primer sesión y así fue. Este domingo 12
fue la segunda sesión para compartir la lectura bajo el tejabán de su casa, enseguida de los rosales.
5. ¿Qué puedo decir? Coloqué libros en un tendedero, una mesita, y en el suelo. Yo quería ver cómo se relacionaban con los libros.
Qué reacciones causaban en ellos. Los invité a observar las portadas de esos libros, que miraran con atención, y que eligieran uno.
Algunos niños muy pequeños tomaron dos libros con la avidez con la que se coge un juguete. Luego, se sentaron en las colchonetas
y empezaron a leerlos y se hizo un silencio, no total, pero es un silencio muy particular, de ese silencio donde solo se escuchan
unos murmullos de viento, el ruido de las hojas... Enseguida propuse comentar qué dicen las portadas de los libros, qué imaginamos que nos cuenta el libro que acaban de escoger. Muy bien: ¿quién quiere decir de que se trata este libro? Yo, yo,...A ver...Dime: ¿de que crees que habla?..De una dona, De una dona?, Sí, una dona....(viendo la portada del libro Ziraldo)...Así seguimos: se acerca Marcelo, a ver dime de que habla tu libro? De una gallina. Y muestra la imagen de la gallina...Así seguimos un buen ratito. Hasta aquí todo bajo "control". Pero, como la calma presagia tormenta, es unos momentos, aquel oasis se transforma en un mar de voces y patadas por doquier...Jorge, intenta calmar a Marcelo principal cabecilla de un grupo de pequeños incendiarios.
Pongo música. Se acercan curiosos, es una canción en mayo, les explico, que los mayos es un grupo indígena de Sonora.
Pregunto, quien habla mixteco, -yo, quien habla zapoteco?, -yo, quién habla triqui?, -yo contesta por tercera ocasión Rocío.
Marcelo y los cinco, juegan a las luchitas;se dan patadas, ruedan por el suelo, jalan las
colchonetas, piden que Jorge les haga "taquito"...tomo un extremo del colchoncito y los niños se trepan como arañitas, trato de jalarlos
pero ellos siguen pegados como ventosas....
Están muy inquietos, un niño de apellido Trujillo, sugiere: "agarre una vara y pégueles a todos".
Los niños devoran los libros, los toman, hacen un catalejo con ellos, los mastican por las orillas, observan detenidamente las imágenes, se miran unos a otros, señalan con un dedito, comentan entre sí algo que ha llamado su atención y que les dibuja una sonrisa, se pelean, se recuestan en las colchonetas, las jalan, compiten por estar en el primer círculo de lectores oyentes, hablan al mismo tiempo, se disputan el turno, vuelven a pelear, quieren agua, interrumpen el cuento del coyote y el conejo. El más atento
es un cuñado de Pedro que se acerca a escuchar y a mover la cabeza divertido con la narración de las peripecias de estos animalitos...
Frente a mi tengo una veintena de caritas forradas de tierra y mocos, se mueven con a hambre de atención, de cuidado, de ternura...miro sus pies descalzos, sus caritas manchadas, su cabello, sus manitas...la mayoría está mudando dientes, son unos amores...
¿Que más puedo decir? Ahi está todo en las fotos. Consegui 20 libros para ellos...Hasta ahi la historia
Dos registros de Magda pueden leerse en este blog, en mayo 2010 y mayo 2011
Un poema para los más pequeños
SINFONÍA
DE CUNA
Texto
Nicanor Parra. Ilust. Enrique Martínez.
Sesión
2 de diciembre 2011. Escuela primaria de la comunidad de San
Isidro, Sala de Lectura Perro Azul.por Lirio GB
Este poema narra la
historia de un ángel terrible; como diría Rilke Jeder Engel ist
schreklich. Un ángel sucio, desobediente, desordenado pero en
suma, muy simpático. Se trata de un poema del gran Nicanor Parra,
que va contando las aventuras y desventuras de este curioso personaje
alado a lo largo del libro. Las ilustraciones son muy divertidas y
tienen tanto movimiento como el travieso texto. Al final está el
poema integral, por si lo quieres leer de corrido.
Lo
leí a los niños del salón de 1o y 2o de primaria (entre 6 y 8
años). Fue un éxito, primero porque el ritmo del poema es casi
como una canción o una danza, y luego porque el personaje los
enganchó de inmediato y sus aventuras los hicieron reír. Les
pareció extraño que un ángel, que en la iconografía católica
siempre es esbelto y elegante, se viera transformado aquí en un ser
panzón y sin gracia. Les gustó mucho la lucha del ángel con el
poeta y hubo exclamaciones cuando se sugería que el àngel “hubiera
sido Lucifer...” Al final de la lectura, una de las niñas
exclamó, señalando a un compañero llamado Ángel (que además es
muy lindo): “¡Aquí sí tenemos a un ángel de verdad!”. Como
siempre, de inmediato varios niños alzaron la mano, casi gritando
“Me lo apartas, me lo apartas”, para llevárselo a casa a la hora
del préstamo.
A, B y C, un libro para pre-adolescentes
A, B, y C
Jesús Heredia Caamaño
Il. de Abraham Balcázar R.
Colofón, 2010
registro-reseña de LGB
En
este libro ilustrado, casi un álbum, hay tres personajes, tres
caracteres, tres temperamentos y tres perspectivas, aunque haya
cuatro voces. Los pensamientos de tres chicos de secundaria se
completan con los comentarios del autor, voz exterior
esencial. Se trata de el relato del primer día de clases en la
nueva escuela de estos tres personajes, con sus impresiones, sus
costumbres y sus nuevas experiencias. Los gestos cotidianos parecen pequeños pero construyen las grandes ocasiones.
El texto es claro y conciso. Recrea la atmósfera de
ese primer día de clases, con las cosas propias de cada chico:
peinarse, desayunar, trasladarse a la escuela, qué hacer una vez
allí... Los hábitos de la pre-adolescencia están retratados de
manera fiel, esa fragilidad bajo una coraza, la preocupación por el
propio aspecto, el apetito dessmedido de algunos, la preocupación
por lo que los compañeros piensen de uno...
Las
ilustraciones constituyen un acompañamiento ideal para el texto.
Las primeras imágenes se presentan en sepia, y a lo largo del
libro, poco a poco van adquiriendo color. Al final, el mundo
cambió de alguna manera, gracias a la amistad que ha surgido entre
los tres chicos, y con el color, vienen formas, luz, olores y
sensaciones más intensas que al principio de la historia.
Leí
este libro a chicos de 5o y 6o de primaria, justo la edad de antes de la secundaria. Durante la lectura, muchas sonrisas y
signos de identificación. Miradas atentas, curiosas, cómplices y
esperando ansiosas lo que sigue. En la actitud de estos chicos,
está cierta angustia ante lo desconocido, ante lo que dentro de poco
los espera: una escuela nueva, nuevos compañeros y sobre todo un
sistema completamente diferente al de la primaria. Este libro les
ayuda a anticipar la emoción del descubrimiento.
Les
da risa cuando los tres personajes se preparan a salir de sus casas,
como si reconocieran las cosas que ellos mismos hacen antes de salir
a la escuela: preocuparse por el peinado, por lucir bien, por la
ropa que de pronto queda chica, por lo que se va a desayunar...
También les encanta
cuando uno de los personajes hace una caricatura “fenomenal” del
maestro.
Tiempo después, en la Sala de lectura, varios chicos
entre 10 y 11 años se aíslan para leerlo. Creo que es una obra que
acertadamente toca muy de cerca a los pre-adolescentes, que les habla
de algo que conocen y que les da gusto encontrar fuera de ellos
mismos.
Este libro ha tenido una gran circulación. Por
desgracia, unas niñas que salieron de la escuela, se llevaron el
primer ejemplar que tuvimos. Gracias a la atención del autor,
pudimos reponerlo y ahora de nuevo circula cada semana. Tuve que
“rescatarlo” para poder escribir esta reseña.
lundi 26 mars 2012
Sobre el miedo
Entre la gente que admiro, está Clauda Gabriela Najera, bibliotecaria escolar y autora de ...pero no imposible (Océano, 2007). Aquí, una muestra de su (valiente) trabajo:
"Ardilla
miedosa"
ayuda
a
ahuyentar
el
miedo.
Fíjense
que
un
viernes
de
enero,
estábamos
tranquilitos
en
la
escuela,
se
había
acabado
el
recreo
(eran
como
las
11:40am),
el
día
estaba
nubladito,
éramos
pocos
porque
el
direc,
el
sub,
el
profe
de
educ
física
y
los
maestros
de
algunos
grupos
no
estaban
en
la
escuela
(por
diferentes
compromisos,
unos
académicos
y
otros
sindicales).
El
caso
es
que
todo
transcurría
tranquilamente
cuando
¡De
pronto!
el
chirriar
de
llantas,
el
ulular
de
patrullas...
una
típica
persecución chihuahuense
entre
policías
y
ladrones
justo
a
las
puertas
de
la
escuela.
Por
el
lado
de
la
calle
abatieron
a
un
delincuente
justo
en
las
ventanas
de
1o
y
2o
grado,
ya
saben,
con
el
florido
lenguaje
de
nuestro
heroico cuerpo
de
seguridad,
seguido
del
más
florido
vocabulario
del
delincuente
y
con
la
consabida
lucha
cuerpo-a-cuerpo-pistola-en-mano.
Total
que
las
maestras
de
esos
grupos
se
asustaron
porque,
claro,
el
riesgo
de
que
se
desarrollara
una
balacera
era
evidente.
Sacaron
a
sus
chavalos
de
las
aulas
y
corrieron
a
la
parte
de
arriba
de
la
escuela,
a
resguardarse.
La
persecución continuó
pues
faltaban
otros
pillos
por
atrapar
así
que
de
pronto
nos
vimos
rodeados
de
polis
y
patrullas.
Uno
se
alarma,
claro,
uno
nunca
sabe
cómo
terminará
el
suceso.
Las
maestras
se
asustaron
más,
algunos
niños
empezaron
a
llorar
pidiendo
a
su
mamá,
otros
preguntaron
entusiasmados
"¿va
a
haber
balazos?
¿Nos
van
a
matar?"
(pa´que
se
imaginen
cómo
andan
las
cosas
por
acá
y
cómo
están
creciendo
nuestros
niños);
hubo
una
crisis
por
intentar
cerrar
la
escuela
para
que
no
pudieran
meterse
a
ella,
en
fin,
minutos
de
angustia
¿ya
se
los
imaginaron?
Afortunadamente
no
pasó
a
mayores
y
los
delincuentes
fueron
finalmente
sometidos.
Maestras
y
niños
volvieron
a
las
aulas
y....
claro,
esta
terca
bibliotecaria
se
le
ocurrió
que,
tal
vez,
leerles
un
cuento
vendría
bien
para
ayudar
a
calmar
los
ánimos;
bueno,
también
dudé
si
sería
pertinente
o
no,
de
hecho
fui
por
el
libro
a
la
biblio
y
me
encaminé
a
los
salones
y
luego
me
regresé
a
la
biblio
y
finalmente
volví
a
los
salones
(o
sea,
dudé
y
batallé
en
decidirme).
Pregunté
si
querían
que
les
leyera
el
cuento
de
la
ardilla
miedosa
y
los
chicos
dijeron
que
sí!!!.
Así
que
ahí
me
tienen,
leyéndoles
el
cuento
"Ardilla
miedosa"
de
Melanie
Watts,
Ediciones
SM....
Fue
lindo
porque
había
niños
aún
llorando,
sin
embargo
cuando
fueron
escuchando
la
historia
se
acercaron,
se
sentaron
en
el
suelo
y
estuvieron
atentos,
finalmente
la
historia
y
la
manera
como
se
las
leí
les
provocó
risas
y
esos
ojitos
llorosos
se
iluminaron;
quienes
no
habían
llorado
también
disfrutaron
esos
5
minutos
de
literatura...
y
las
maestras
se
calmaron...
y
yo
corroboré
que
también
la
literatura
sirve
en
tiempos
de
crisis...
Fue
lindo
leerles
ese
cuento
que
me
gusta
tanto
y
que
"casualmente"
el
día
anterior
yo
había
llevado
en
donativo
a
la
biblio
porque
no
es
parte
de
nuestro
acervo.
¿Cómo
ven?,
lindo
¿verdad?
Inscription à :
Articles (Atom)