mercredi 20 mars 2013

SHAUN TAN EN UNA ESCUELA DE GUANAJUATO


por Lirio Garduño-Buono
 
Hace algunos años, envié al autor austtraliano Shaun Tan un reportaje sobre el trabajo que los adolescentes internos en el Tutelar para Menores hicieron en mi taller de literatura y arte. De la manera más gentil e inesperada, este genial autor (no exagero) me respondió, enviándome un grabado, una carta y otro de sus hermosos libros, en español.
El libro en cuestión se llama Cuentos de la Periferia, y es una colección de relatos fantásticos sobre lo que puede pasar en cualquier suburbio de cualquier ciudad del mundo. Los textos exploran la facultad de maravillarse y apelan a nuestra imaginación para construir mundos nuevos dentro del mundo de lo cotidiano. Las ilustraciones son magistrales, hechas con un gran dominio técnico y dotadas de una voz poética y profunda. Son dibujos realistas de seres extraños, de lugares desiertos y desolados, de interiores a la vez familiares y como sacados directamente de un sueño. Los hay a color, los hay en blanco y negro a lápiz; algunos son collages disparatados y surrealistas.
Está la historia de Eric, el estudiante extranjero que pasa algún tiempo con una familia y de repente se marcha sin explicaciones. Está la familia que descubre que en su ático hay un jardín toscano. Están las instrucciones para fabricarse uno mismo una mascota en una caja de cartón, el cuento de una ballena que apareció una mañana en un jardín y el relato de un extraño viaje con el abuelo.
Todas estas historias nos fascinan y nos transportan a otro mundo, y como Shaun Tan es un poderoso creador visual, decidí trabajar esta vez con sus imágenes.
Es curioso porque cuando uno lee el libro, las imágenes acompañan y le siguen el paso a los textos. Pero curioso es también que separadas de él, siguen funcionando.

Llegué al grupo de 5o y 6o de la primaria donde hago mi Sala deLectura con el libro y fotocopias de 6 ilustraciones. Al azar las fui repartiendo y les dije que este día no les leería, que hoy les tocaba a ellos escribir. Al principio no entendieron muy bien de qué se trataba pero les mostré el libro (ya había leído una o dos historias antes) y les expliqué lo que haríamos. Primeramente, tenían que observar detenidamente la imágen que les había tocado, y a partir de ella, escribir una historia. Conforme fueron viendo las diferentes imágenes, muchos de ellos quisieron cambiar las suyas. Luego sin más, se pusieron a trabajar.

Los resultados fueron estos:
Imágen de un buzo en una calle de los suburbios, del cuento Juguetes Rotos.
Luis Miguel Palafox Marín
“Había una vez un pueblo fantasma que se llamaba México. Hace muchos años en el pueblo fantasma era pura agua. Sí había casas pero no había gente y de pronto bajó de una nave un alienígena. Estaba disfrazado de buzo, estaba muy feo. Hacía mucho viento, volando las hojas, cchiflando el aire, dos aves nada más viendo una sola nube; estaba oscuro y luego de veinte años el pueblo de pobló y estaba muy alegre el pueblo.”

sobre las imágenes del cuento Erik
Elena Guadalupe Argote Ramírez
La Despedida
“Había una vez un niño muy raro que vivía en una casa. Se llamaba Erik. Iba a la escuela, tenía amigos, pasaban y pasaban días y días. Era muy raro, parecía muchas cosas, como un trinche. Algunas persoonas no le hablaban porque era raro; algunas personas le decían que era muy feo, que era un extraterrestre. A él le gustaba coleccionar muchas osass, como basura que a él sse le hacían importantes. Un día se fue. Todos sus amigos se quedaron muy tristes. Y nunca volvió.”
Alejandro Palafox Álvarez
Había una vez en un día soleado en un lugar abandonado, un extraterrestre llamado Llamita. Llegó porque el agua invadió su planeta de fuego y assí lo obligaron a irse. Me contó todo pero yo no sabía qué decirle y se puso muy triste.
No comía, no jugaba y no convivía, pero de repente le entró la razón y dijo: “Iré a luchar. Si tengo que apagarme, lo haré pero me apagaré defendiendo mi planeta.”
Entonces busqué una hoja, se la di y llamita sopló y se dirigió a su planeta. Pero antes me dijo: “No hay que huir de los problemas; hay que enfrentarlos. Y se fue en la hoja.”

Rosa María Palafox
“Había una vez un tenedor. Llegó a una extraña casa. Tenía un amigo ahí. Y el amigo le dijo: “Te preparé tu habitación”. “No, me dormiré en la cocina”.
Pasaron dos semanas. La mamá del amigo de Erik le dijo: “tu amigo es un extraterrestre o un tenedor. Y Eric escapó y fue por sus cosas. Y voló por la ventana de la cocina.”

Juan Antonio G. C.
La Sorpresa a los humanos
“Había una vez en una noche espantosa un extraterrestre que entró a la casa en la que vivían unos jóvenes. Entró y se comió mucha comida y dejó un poco desordenada toda la cocina, pero también dejó una muy hermosa y bonita sorpresa: en una mesa dejó cosas. A la medianoche uno de los jóvenes se levantó y vio lo que había dejado; vio la ventana abierta y hacía mucho frío. Cuando fue a cerrar la ventana vio al extraterrestre que le decía adiós y se fue a dormir y cuando despertaron vieron qué buena sorpresa. Les gustó tanto que quisieron abrir la ventana a ver si lo podían volver a ver. De hecho, se dieron cuenta que ya no iba a volver.”

Sobre una imagen del cuento La Historia del Abuelo
Televisiones carnivoras
Blas Gerardo Arias Landín
“Había una vez dos muchachos en la montaña. Iban por la montaña y encontraron televisiones con vida. Los muchachos se sorprendieron. Uno hizo ruido, las televisiones escucharon y los muchachos corieron. Ellas los siguieron con colmillos en la pantalla. Los muchachos subieron al auto y escaparon a su casa. Al llegar, planearon cómo destruirlas. Al día siguiente fueron de nuevo con las televisiones, las mojaron y se descompusieron. Los niños fueron felices para siempre.”

Martín Granados Aguilar
“Una vez, una noche de luna llena las televisiones que no servían cobraron vida y salieron a la calle ahuyentando a las personas de la ciudad hacia otros lugares, por lo tanto, se iba quedando sola la ciudad.
Las pocas personas que quedaban subieron a un carro y se fueron a Australia y se quedaron ahí por un tiempo.
Las personas que se quedaron ya no regresaron por temor a las televisiones. Por un tiempo la gente se preguntaba si ya se habían ido, así que un voluntario fue. No veía nada así que avisó a los demás por un radio y las televisiones se habían descargado por no enchufarse”.

Rosalinda Rocha
“Había una vez dos niños que iban caminando en la noche. Uno traía una pala y entonces iban tranquilamente cuando vieron muchas teles, eran siete. Fueron a verlas y las teles se pararon: tenían pies y manos. Entonces los niños corrieron y las teles estaban enojadas...Corrieron al carro.
Como eran muchachos grandes, prendieron el carro y se fueron a su casa y le contaron a su mamá.”

Sobre una imagen del cuento Velatorio
Perros sobre muebles
Edgar David Vélez Higuera
Los perros hipnotizados
“Había una vez en un día soleado, una pandilla de perros de diferentes razas. Andaban por la calle y el perro Capitán dijo: “La llegaada de nuestra nave está a punto de suceder y me voy a ir yo y todos ustedes van a quedar inmovilizados durante 15 minutos”.
Llegó la nave y se llevó al capitán de los perros. Todo pasó como había dicho el perro capitán: los perros quedaron hipnotizados durante 15 minutos pero después el capitán ya nunca llegó. Todos los perros quedaron muy tristes porquese había ido y otro perro quedó de capitán. Ya nunca más llegó la nave. Todos los perros aullaron en señal de agradecimiento y desde entonces todos vivieron felices.”

Me fascina comprobar cada vez, que la imagen en un poderoso catalizador para las palabras. Ideas, vivencias, sueños y fantasías surgen en nosotros a partir de una imagen fuerte. Shaun Tan es el campeón de las imágenes significativas y claro, también de hermosos textos. Es un artista total y gracias a su generosidad, niños de este lado (lejano) del planeta pueden disfrutar, soñar y crear.

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